viernes, 22 de abril de 2016

LAS BOSTONIANAS

En el curso de un acto social que reúne a algunas simpatizantes de la causa sufragista, la joven Verena Tarrant (Madeleine Potter), se dirige a las asistentes, entre quienes se halla Olive Chancellor (Vanessa Redgrave) que queda prendada de la fuerza expresiva de la muchacha, percibiendo en ella una mezcla de dulzura y fortaleza y cuya elocuencia puede ser aprovechada en pro de la causa de las mujeres, por lo que pide a los padres de la chica que la envíen a vivir con ella para educarla.
Un primo lejano de Olive, Basil Ransome (Christopher Reeve), que está de visita en Boston, se siente atraído por la señorita Tarrant. Las ideas de Ransome son totalmente contrarias a la igualdad de sexos. Olive y Basil tienen personalidades fuertes y dominantes y desplegarán todos sus encantos para atraer a la confundida Verena.
El guión, de Ruth Prawer Jhabvala, colaboradora habitual de James Ivory, adapta, de manera bastante fidedigna, la obra homónima de Henry James, publicada por entregas en "The Century Magazine" en 1885-1886 y luego en forma de novela en 1886.
Vista desde la perspectiva actual, la novela, aunque de manera incierta y titubeante, supuso la apertura de un camino muy interesante, para abrir un nuevo debate que, con la publicación de otros trabajos y la fuerza que fue adquiriendo el sufragismo, tomó cada vez mayor consistencia y se hizo más interesante.


Con una espléndida fotografía de Walter Lassally y una no menos brillante ambientación, la película constituye un delicado trabajo de Ivory en el que descuella la interpretación de Vanessa Redgrave en su mejor momento.
Creo que si hubiera durado un poquito menos, podría haber resultado más interesante, puesto que como la historia tampoco es que consiga enganchar del todo al espectador, se hace un poco larga por lo previsible y repetitivo del asunto.




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