jueves, 2 de junio de 2011

ESOS JÓVENES

Por motivos profesionales, estos días he tenido que tratar con ellos, de uno en uno, que es como de veras se conoce a una persona, no sumergidos en la manada que, sobre todo a estas edades, distorsiona la individualidad y, en ocasiones, hace parecer lo que no es.
Vienen a solucionar sus asuntillos, que para ellos son asuntos en toda regla, sus papeleos de la selectividad y otras zarandajas. Es cierto que hay de todo, el listillo, el pasota, el gracioso, el formal, el despistado... Pero en general, hablas con ellos, cambias impresiones, entienden lo que les dices o preguntan para aclarar alguna cosa que les plantea dudas, agradecen que les des pistas para evitar posibles inconvenientes.
Uno procura tratarles con una pizca de seriedad y un mucho de cariño y ellos saben apreciarlo.
Saben lo que les digo, visto lo visto y con la salvedad de que generalizar siempre es arriesgado, prefiero tratar con ellos solos que cuando vienen acompañados de sus papás, no sé por qué será.


7 comentarios:

  1. Qué mala prensa tenemos los papás jeje, casi tanto como los funcionarios de ventanilla...
    Estos días también tengo a una en esas lides y la dejo que vaya sola para que se espabile.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. El problema de esos jóvenes, Trecce, como el de los adultos, es que de uno en uno son encantadores (en distintos grados, claro)pero juntos, en manada, se pueden convertir en unos tiranos. La manada, la masa sirve de protección para los que no se atreven a decir algunas cosas en persona, individualmente.
    Y eso es terrible. Porque es caldo de cultivo de la manipulación y luego muchos se arrepienten de lo que han hecho en grupo, pero lo hecho, hecho está, y lo dicho, también. Arréglalo luego. Como lo de los pepinos (aunque de esto no se ha ocupado un grupo...)
    Cosas espantosas se han hecho en la historia por grupos de gentes enloquecidas que amparadas en su conjunto han destronado reyes (y guillotinado),han quemado libros, han masacrado a inocentes, han linchado a gentes que podrían ser o no culpables, pero que se merecían un juicio justo. Todo eso lo hacen en grupo, jóvenes o adultos. En fin, hoy no estoy muy contemporizadora.

    ResponderEliminar
  3. Maribel, ya señalaba yo que las generalizaciones son malas consejeras. Es cierto, lo papis tenemos mala prensa, pero es en general, también, hay gente encantadora, como los funcionarios de ventanilla, que como decía alguien, entre tantos, siempre hay alguno que decide joder (con perdón) al resto y saca el trabajo de todos, el suyo y el de los que alimentan la mala fama.

    ResponderEliminar
  4. Caramba, Ario, te veo con el cuchillo afilado.
    Es cierto, el grupo lleva a eso, a que los cobardicas saquen pecho y hagan barbaridades amparados en la impunidad. Como tú dices, jóvenes, viejos y mediopensionistas, porque no veas tú la que montan los jubiletas cuando están juntos, que se lo digan a algunos conductores de autobús o trabajadores de hoteles que les soportan cuando van de viaje y la vergüenza que hacen pasar a los compañeros que no secundan sus intemperancias. Parece increíble, pero yo creo que son los mismos que de jóvenes eran unos impresentables, el educado lo es hasta el final.

    ResponderEliminar
  5. Tienes razón, (aunque demos una oportunidad a que con los años cambien)el que es un bandarra suele serlo siempre, pero a lo que me refiero es que todo esto de las masas espontáneas y tal que se ve como una reacción buena y saludable...Yo veo bueno y saludable que la opinión publica reaccione contra una política equivocada que está acabando con el país. Pero hay maneras. Una, votar. Otra: no votar en absoluto, pero esta es más peligrosa, puesto que si no votas no puedes reclamar. La tercera, intentar ponerlo todo patas arriba invadiendo la calle, que es de todos, no solo de los indignados, sino de los demás, los que indignada y sufridamente pagamos nuestros impuestos y les pagamos a muchos de los que acampan en las plazas. ¿Cuales la mejor? vean y comparen.

    ResponderEliminar
  6. Bueno, mi entrada no pretendía hablar de los llamados indignados, sino de los jóvenes en general.

    ResponderEliminar
  7. Lo sé, lo sé. Pero yo lo he sacado. Porque es inevitable. Está ahí, todo el mundo habla de ello y podemos opinar, imagino. Y los jóvenes en general parecen haber encontrado esta actividad (la del campamento en la vía pública) como -cuando menos- atrayente.

    ResponderEliminar