Un verdadero clásico del cine bélico.
Aparte de una breve referencia a las SS, totalmente dentro de contexto, prácticamente todo lo demás es eso, cine de guerra puro y duro.
Un comando británico debe sabotear el lugar donde los alemanes tienen instalados dos cañones dirigidos por radar y que resulta prácticamente inexpugnable.
Resulta inevitable no recordar El_desafío_de_las_águilas, de Brian G. Hutton, protagonizada por Clint Eastwood y Richard Burton, pero ocho años posterior y, a mi juicio, peor que esta.
No es una gran peli, resulta bastante poco creíble y algunas de las pequeñas historias que va enlazando, están mal resueltas, acabadas de cualquier manera, podría citar unas cuantas, comenzando por el enfrentamiento en el mar con la patrullera alemana y siguiendo por unas cuantas, pero creo que al realizador (J. Lee Thompson) le daba un poco lo mismo todo esto, porque lo que pretende es contar una historia de comandos, con toda su épica, peligros, tiroteos, heridos, traidores, callejones sin salida...
Y eso sí lo consigue, de sobra. Dos horas y media de película que te atrapan, con un buen ritmo narrativo, momentos de tensión, suspense para conocer el resultado de determinadas situaciones... El guión corrió a cargo de Carl Foreman, sobre una novela de Alistair MacLean, en la que introdujo cambios abundantes y que han mejorado la versión cinematográfica sobre la literaria, además de resultar muy acertados para que la historia resulte más atractiva. En definitiva, no se hace larga y se ve con agrado.
Si a ello le únimos la música de Dimitri Tiomkin, sobre todo el tema principal (un clasicazo del género) y las canciones griegas, con todo el pueblo participando como figurantes; la presencia de un elenco de actores tan impresionante (Gregory Peck, David Niven, Richard Harris, Anthony Quinn, Stanley Baker, Anthony Quayle, James Darren, Irene Papas...); la fotografía de Oswald Morris, con unos parajes que se prestan para lucirse y los efectos especiales muy logrados, tenemos un filme de los llamados imprescindibles para los amantes del género, pero no sólo para ellos.
Aparte de una breve referencia a las SS, totalmente dentro de contexto, prácticamente todo lo demás es eso, cine de guerra puro y duro.
Un comando británico debe sabotear el lugar donde los alemanes tienen instalados dos cañones dirigidos por radar y que resulta prácticamente inexpugnable.
Resulta inevitable no recordar El_desafío_de_las_águilas, de Brian G. Hutton, protagonizada por Clint Eastwood y Richard Burton, pero ocho años posterior y, a mi juicio, peor que esta.
No es una gran peli, resulta bastante poco creíble y algunas de las pequeñas historias que va enlazando, están mal resueltas, acabadas de cualquier manera, podría citar unas cuantas, comenzando por el enfrentamiento en el mar con la patrullera alemana y siguiendo por unas cuantas, pero creo que al realizador (J. Lee Thompson) le daba un poco lo mismo todo esto, porque lo que pretende es contar una historia de comandos, con toda su épica, peligros, tiroteos, heridos, traidores, callejones sin salida...
Y eso sí lo consigue, de sobra. Dos horas y media de película que te atrapan, con un buen ritmo narrativo, momentos de tensión, suspense para conocer el resultado de determinadas situaciones... El guión corrió a cargo de Carl Foreman, sobre una novela de Alistair MacLean, en la que introdujo cambios abundantes y que han mejorado la versión cinematográfica sobre la literaria, además de resultar muy acertados para que la historia resulte más atractiva. En definitiva, no se hace larga y se ve con agrado.
Si a ello le únimos la música de Dimitri Tiomkin, sobre todo el tema principal (un clasicazo del género) y las canciones griegas, con todo el pueblo participando como figurantes; la presencia de un elenco de actores tan impresionante (Gregory Peck, David Niven, Richard Harris, Anthony Quinn, Stanley Baker, Anthony Quayle, James Darren, Irene Papas...); la fotografía de Oswald Morris, con unos parajes que se prestan para lucirse y los efectos especiales muy logrados, tenemos un filme de los llamados imprescindibles para los amantes del género, pero no sólo para ellos.
Estaba diciendo yo: de que suena esto, de que me suena...
ResponderEliminar¡de humor amarillo! jaja
a ver si algún día puedo verla, que de estar aquí, será porque vale la pena
Hombre, es entretenida y además puedes ir anotando los fallos de guión, que tiene unos cuantos.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarNos contaron en clase de Historiografía, acerca de la Represetnación de la Historia, que esta película tiene una "introducción" en forma de "nodo", como si fuese una especie de "certificación" de que lo que se va a contar a continuación es real. Y bueno, ni esos cañones existieron, ni se hizo nunca una incursión para acabar con ellos, pero la gente así lo creía.
¡¡Me encanta esta peli!!
Besos.AlmaLeonor
Por no existir, ni siquiera existe la Isla de Navarone. Las escenas de la ciudadela fortificada fueron rodadas en la ciudad de Lindos en la Isla de Rodas.
ResponderEliminarEs esa época, la tele daba mucha caña y la desaparición de los monopolios estaban hiriendo de muerte al cine. Estas pelis buscaban atraer al público: gran reparto, historia entretenida, muchos tiros, etc.
ResponderEliminarAlguna no estaba mal, como ésta.
Va a ser eso, Ethan.
ResponderEliminarEstas pelis de guerra eran bastante entretenidas y no tan cruentas como las actuales, aunque también me gustan algunas, la del Soldado Ryan me parece buenísima y alguna otra...
ResponderEliminarEn la última de la serie salía un jovencísimo Harrison Ford, y esa que mencionas del Desafío de las águilas recuerdo haberla visto muchas veces en el cine del pueblo en vacaciones...Clint estaba muy bien.
En efecto, Maribel, la casquería vendría después.
ResponderEliminarMarlon Brando, no actua en el Desafio de las Aguilas, el actor principal es Richard Burton.
EliminarTienes toda la razón, ¡en qué estaría yo pensando!
EliminarMuchas gracias por la corrección, he procedido a editar la entrada y queda corregido, donde decía Marlon Brando, ahora dice Richard Burton
Lo que no existía era la isla de Navarone. Pero si existió una fortaleza con ese nombre que albergaba unos cañones de ese calibre. Que por cierto, son del mismo calibre que los que están en la fortaleza de la Mola (mahó, menorca)fuera de servicio desde 1990.
ResponderEliminarDesconozco esos detalles, Sergi. Gracias por dejar tu comentario.
EliminarNo son del calibre de los de la Mola(Vikers 381mm) son auténtico Krupp K5 280mm como los Leopold del Anzio express.
EliminarHe leído con interés los comentarios, especialmente en el uso recurrente de la palabra "entretenido". Honestamente le doy a esta película un puntaje de 96 sobre 100, por cosas que he venido analizando y comprendiendo a través de los años, y que en ninguno de los comentarios y respuestas dan de certezas más allá de la simple película. El único acierto con el que estoy de acuerdo es el de Anónimo: 1 de junio de 2014, 14:38:00 CEST: No son del calibre de los de la Mola (Vickers 381mm) son auténticos Krupp K5 280mm como los Leopold del Anzio express. — ¡Correcto (Ju160921)!
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