La extraordinaria historia del estafador profesional Robert Freegard (James Norton), que se hizo pasar por un agente del MI5.
Si no fuera porque sabemos que la peripecia de este hombre es real, que en el film ha sido dramatizado, pero que a grandes rasgos se corresponde con los hechos acontecidos, como puede comprobar cualquiera tecleando su nombre en el buscador de su ordenador, nos resultaría un tanto increíble una narración en la que este tipo, inteligente, de trato más o menos agradable, pero con un perfil que tiene algo de psicopático y, desde luego, absolutamente amoral e incapaz de sentir piedad por sus víctimas y allegados, pudo estar años campando a sus anchas, machacando vidas ajenas hasta hundirlas totalmente y estafando cantidades que, a veces provocaron prácticamente la ruina de los estafados, sin que la policía pudiera tomar cartas en el asunto, al menos en la medida en que debería, para acabar con este desalmado, porque bien se cuidaba él de que toda la red que iba tejiendo, tuviera una apariencia de cierta normalidad que hiciera que todo quedara en sospechas, a veces demasiado vagas para que la ley pudiera actuar.
No sólo eso, sino que, tras ser detenido, juzgado y condenado a cadena perpetua, después de apelar, logró ver reducida su condena y salió de la cárcel para volver a las andadas, esta vez en Francia y hasta fechas bien recientes (2 de septiembre de este mismo año), no ser arrestado de nuevo en Bélgica en cumplimento de una orden de detención europea.
Es cierto que, como apuntan muchas críticas, al film le falta algo para haber resultado más pulido, sin embargo tampoco es para machacarlo como han hecho algunos, pienso yo, claro. A mí me parece que tiene unas cuantas cosas bien hechas, en primer lugar, la historia se sigue perfectamente, igual que el modus operandi del protagonista, cuyo principal activo para el "éxito" de sus objetivos, es saber elegir la pieza, como un hábil cazador pues, en el fondo, eso es y, como si tuviera un sexto sentido o un don natural, sabe dar con los resortes que ha de manipular para hacerse con la voluntad del sujeto, pero, como digo, antes ha sabido elegirlo. Claro que, en la película no se ven los fracasos, si los hubo, que supongo que algún tiro le saldría por la culata para continuar con el símil.
Además de esto, por algo será que, a pesar de las casi dos horas de duración, no se hace pesada y, sobre todo ello, dos cosas que la hacen la mar atractiva por encima de la calidad mayor o menor, que ya digo que no es tampoco ninguna maravilla: En primer lugar las interpretaciones de James Norton y, especialmente, la de Gemma Arterton que consiguen hacernos empatizar con el personaje femenino y que odiemos al masculino y, en segundo lugar, la historia resultar tan atractiva que nos atrapa y, casi sin darnos cuenta nos vemos sumergidos en ella con todos los giros que va presentado que la dotan de dinamismo y la hacen muy entretenida.
Hola Trecce!
ResponderEliminarAlgo había leído sobre este personaje, habrá que verla. Desde luego su historia es realmente sorprendente.
Saludos y buen finde!
Es de aquellos en que la realidad supera la ficción.
EliminarUn perla, vaya.
ResponderEliminarEl tipo este, eso parece.
EliminarUna biografía sorprendente... habrá que verla. Por cierto, vi una película que resenas allá abajo NI UNO MENOS... tierna y dramática.
ResponderEliminarMuy tierna, es cierto.
EliminarYa las tuvo que liar bien gordas. Para que te detengan en Bélgica el asunto tiene que ser bastante grave.
EliminarVi un documental sobre la figura de este estafador, no sabía que habían hecho una película, desde luego la vida de este sujeto da para un buen guion de cine.
ResponderEliminarSeguramente viste el documental de Netflix, anterior a la película que produjo también la misma plataforma y es que, como bien dices, la vida de este elemento da para montar una buena historia.
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