En la China rural de los años veinte del pasado siglo, un hombre mayor, propietario de una tintorería, compra a Ju Dou (Gong Li), una joven campesina, con la esperanza de que le dé un descendiente varón. Se niega a aceptar que es impotente y paga sus frustraciones con ella, golpeándola constantemente. Un sobrino del hombre, que vive en la misma hacienda que la pareja, es testigo mudo de la situación hasta que intenta consolar a Ju Dou y entre ambos surge un amor prohibido y apasionado, cuyo fruto es un niño. Hasta que, para mortificarlo le confiesa la verdad, el anciano cree que el niño es suyo y la madre se ver obligada a criarlo como si fuera hijo de su esposo, la mujer deberá afrontar su difícil situación y los rumores de la comunidad.
Tradiciones ancestrales, sometimiento absoluto de la mujer y un amor prohibido y, por ello, imposible, vivido siempre en la clandestinidad. A grandes rasgos, ese es el argumento de la película.
Zhang Yimou utiliza con absoluta maestría todos los recursos que ofrece el medio, de todos ellos saca partido y todos tienen importancia trascendente en la narración, porque el film encierra simbolismo en cada situación. Los colores, los sonidos, incluso el movimiento de las telas o los personajes, cobran vida y no necesitan demasiado entrenamiento como espectador para descubrir ese simbolismo que encierran. En otros casos, da lugar a variadas interpretaciones según el entendimiento de cada cual, como quienes ven en el niño y su perturbadora presencia, una representación de los guardias rojos de los tiempos de Mao, una criatura que crece entre referencias equivocadas o engañosas, ya que se le hace creer que su padre es uno, cuando realmente es otro y acaba castigando a los dos.
Un film plagado de detalles, con predominio de colores oscuros y fríos (otra metáfora) que contrastan con la explosión colorística de las telas una vez tintadas y el efecto llamativo de su despliegue cuando las van a secar.
Historia dura, cruel incluso, en la que no faltan, como ocurre en otras películas de Yimou, referencias étnicas explicadas con todo lujo de detalles.
Tiene pinta de ser una historia un tanto folletinesca.
ResponderEliminarUn folletín que es una maravilla de colores y sonidos.
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