Una noche, el matrimonio Palmer se dirige a una fiesta en su descapotable. A mitad de camino, Jane (Lizabeth Scott) le ruega a su marido que vuelvan a casa. De regreso, se cruzan con un vehículo desde el que alguien lanza, por equivocación, un maletín que cae en el asiento trasero del coche de los Palmer. La cartera está llena de dinero y Alan (Arthur Kennedy) quiere entregárselo a la policía, pero Jane, con una vida de lujo a su alcance, lo convence de que se quede con él "por un tiempo". Poco después, los Palmer son localizados por Danny Fuller (Dan Duryea), un sórdido personaje que afirma que el contenido del maletín es suyo. Para aferrarse al dinero, Jane necesitará ejercitar todas sus artimañas femeninas, incluso si eso la lleva a situaciones peligrosas y comportamientos criminales.
El guión de Roy Huggins, un escritor con un estilo muy influenciado por Raymond Chandler, se basa en su propio relato publicado en el "Saturday Evening Post". Huggins escribió también guiones para televisión y suyos son los de series tan celebradas como Maverick o El Fugitivo, y algunos episodios de Baretta, El virginiano, 77 Sunset Strip o Cheyenne, entre otras.
La verdad es que el guión tiene algún punto débil, sobre todo al final, que creo que no está a la altura del resto de la película. A cambio, nos ofrece el retrato de una auténtica femme fatale, una perversa de esas de manual para este tipo de películas, que había estado casada anteriormente con un hombre rico que se arruinó y se suicidó y el hermano de éste, siempre estuvo convencido de que ella tuvo algo que ver con la decisión tomada por su hermano.
Ahora está casada con Alan Palmer, un típico representante de la clase media y, pese a su vida sin lujos, parece que el matrimonio es feliz, hasta que aparece el dinero que saca lo peor de Jane y contemplamos a una mujer astuta y malvada que engaña, manipula se lleva por delante a cuantos interfieren en su camino. La oportunidad de hacerse rica, revela una persona egoísta a la que no importa en absoluto los cadáveres que vaya dejando en su camino, una pendiente resbaladiza en que la moral no tiene cabida.
No la he visto todavía, pero la tengo en mi poder. Estas películas me encantan, así que espero verla más pronto que tarde.
ResponderEliminarEs que siguen teniendo algo especial.
EliminarYo sí que la he visto y estoy de acuerdo contigo en lo del desenlace un tanto abrupto.
ResponderEliminarQueda un poco deslucida, pero bueno.
EliminarHola Trecce!
ResponderEliminarA pesar de que se le ven algunas costuras es una película que me gusta. Creo que gana con la presencia de Dan Duryea, un actor que borda los papeles de malo, cínico y cruel como ninguno.
Saludos!
Duryea logra dar muy bien el tipo en estos papeles.
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