MALA HIERBA

 

Wael (Kheiron), que pasó por una infancia muy difícil, es un estafador de poca monta que opera con Monique (Catherine Deneuve), su madre adoptiva. Cuando este dúo poco convencional estafa al tipo equivocado, Victor (André Dussollier), un viejo conocido de Monique que ahora está a cargo de una organización de apoyo para adolescentes con problemas, no tienen más remedio que convertirse en su secretaria y educador interino para evitar que les denuncie a la policía. Al enfrentarse a seis jóvenes obstinados decididos a echar por tierra todos sus esfuerzos, la propia historia personal de Wael y sus ingeniosos trucos se convierten en la clave para ganarse su confianza, y pronto se da cuenta de que él también tiene la oportunidad de redimirse de su pasado y encontrar su lugar en la sociedad.

Wael ha tenido una infancia terrible, sobrevivió de milagro a una matanza en un lugar de Oriente Medio en la que tropas judeocristianas, acabaron con la vida de la población árabe del lugar y ha sobrevivido malamente acudiendo a la picaresca hasta que es recogido en un orfanato de monjas católicas, en el que Monique, una de ellas, le toma bajo su especial tutela hasta el punto de que acabará abandonando la institución y su estado religioso para fundar un hogar con su hijo adoptivo. 

El catálogo de problemas que traen consigo los jóvenes que ponen a cargo de Wael, los ha vivido él corregidos y aumentados. Encontramos a una niña de alto coeficiente intelectual que se comporta mal en las clases; a un gitano que tiene problemas con la escritura y el lenguaje hablado; a un joven de color que vive en un pequeño piso hacinado con su madre enferma y sus hermanos pequeños y atrapado por un policía corrupto que le obliga a trapichear con droga... Problemas con los que Wael va lidiando a su manera para lograr captar la atención de los jóvenes díscolos y ofrecerles una perspectiva de futuro a base de optimismo.

Cine social, de factura sencilla, uno de cuyos principales problemas es que trata muchos asuntos. Entre los jóvenes, el que no ha sido víctima de abusos, vive en un entorno de pandillas y cada uno se encuentra en callejones sin salida. Pero, como he dicho, el protagonista ha vivido esas cosas y algunas mucho peores, así que tiene mucha escuela de vida. 

En algunos tramos, las situaciones resultan un tanto irreales y forzadas y aunque predomina el tono de comedia, hay algunas secuencias muy duras, al fin y al cabo como es la problemática vida de estos muchachos. Cuenta con el atractivo de ver a Catherine Deneuve en este papel de abuelita pícara que se las arregla para buscar una salida digna a la vida de su protegido.