martes, 21 de junio de 2011

EL DÍA MÁS LARGO

La película del desembarco (sí, el de Normandía) que por obra, gracia y empeño de Darryl F. Zanuck se llevó adelante.
Basada en una novela de Cornelius Ryan, que figura en los créditos como autor del guión, narra el desembarco de las tropas aliadas en las costas de Normandía, la famosa Operación Overlord (lo que supuso el principio del fin del III Reich), así como de los momentos previos a la misma.
Dependiendo de los gustos y las exigencias de cada cual, la peli puede ser vista como un gran clásico del cine bélico o como un producto que ha alcanzado más fama de la que merece.
Yo creo que es una buena película, pero puede haber gente que quede decepcionada, sobre todo por algunos pasajes o porque desea más profundización en algunas de las cosas que narra o vaya Vd. a saber, porque puestos a sacar defectos, está claro que se le pueden sacar unos cuantos, pero yo me quedo con el conjunto, un homenaje a las tropas aliadas que participaron en la gesta y un retrato de la concatenación de circunstancias que jugaron en contra de los alemanes para que aquello saliera como salió.



Y es que quizá sea esto último que señalo lo que mejor queda reflejado en la peli, una demostración más de la importancia que tienen los pequeños detalles en algunos de los grandes momentos de la Historia.
Rommel, el jefe del ejercito alemán en la zona, en Alemania celebrando el cumpleaños de su esposa (tenía que cumplir años ese día). La larga cadena de mando de los alemanes y el temor de algunos (más que justificado) a tomar iniciativas que podían costarles caras de no tener fundamento.
Es un buen resumen de todo ello la frase de Curt Jürgens: "Vamos a perder la guerra porque el Führer ha dado orden de que no se le despierte"
Digno de destacar el respeto con el que trata a quienes serían los perdedores y los pequeños homenajes que les rinde, como el de los dos aviadores que ametrallan a las tropas aliadas en las playas y que saben que es probable que no vuelvan vivos a su base. A pesar de sentirse abandonados por sus superiores, cumplen con lo que consideran su deber.



Lo del otro bando, el ejército aliado, es más complejo.
La película, como decía al principio, pretende ser un homenaje a las tropas que tomaron parte en la operación y para ello, se decide, por un lado contar las cosas en plan general y por otro, como contrapunto bastante acertado, detenerse en una serie de pormenores que quedan muy bien en una superproducción tan mastodóntica como esta.
El tic tac del reloj, que subraya la tensión en la reunión del estado mayor aliado, que en un breve espacio de tiempo (tic-tac, tic-tac...), ha de tomar una decisión sobre una acción que costará la vida a miles de personas.
El paisano francés que, en una de las notas de humor de la peli, sale a recibir a los liberadores ataviado con su viejo casco de la I Guerra y la botella de champagne.
La tensión y las ganas de que empiece el combate y el miedo a un posible fracaso de los soldados que entretienen el tiempo jugando grandes cantidades de dinero a los dados, con ese maravilloso travelling que recorre las literas del dormitorio inmenso.
Escenas pequeñas en una gran (por lo larga) película, como la de las botas puestas al revés del soldado alemán muerto, que no me extrañaría que estuviera tomada de alguna anécdota real.



Porque la película, mezcla con soltura ficción y realidad. Hay acontecimientos que ocurrieron en la realidad, como el del paracaidista que queda colgado en la torre de la iglesia y desde allí presencia la muerte de toda su compañía; o la escalada por la pared vertical de Point du Hoc, que realizó durante la batalla y en la peli Joseph Lowe...
A la peli se le acusa de no profundizar demasiado en las cosas. En las actuaciones de la resistencia, apenas tratadas con la voladura del tendido de comunicaciones, la escucha de los mensajes radiados por la BBC, etc. O los personajes que interpretan Brando y Fonda, que parecen desaprovechados. Pero es que yo creo que es tanto lo que ocurrió en aquellos días que no se puede incidir mucho en ello, ni siquiera en una peli de tres horas y que los homenajes, pequeños o grandes, han de ser breves, porque sólo pretenden ser representativos.


Y, sin embargo, a pesar de esa brevedad, hay pasajes memorables, como todos los del infierno en el que se conviritió la playa de Omaha, donde los alemanes practicaron una especie de "pim, pam, pum" con los desembarcados.
La toma del pueblo por las tropas francesas, donde se les ve desplegarse mientras reciben fuego desde las azoteas.
O la escena del comando que se adueña del puente sobre el río Orne y mantiene la posición hasta que llegan los refuerzos al son de la gaita.


Lo más llamativo de la película es, sin duda, el elenco de actores, no vamos a citarlos, hasta 48 grandes figuras, los más conocidos los americanos, pero también hubo muchas figuras de la escena europea menos conocidas por el gran público. Ninguno de ellos tiene un protagonismo especial, en otra especie de homenaje a los combatientes, todos tienen su momento, pero ninguno cobra especial relevancia sobre los demás.
Impresionante despliegue de medios, magnífica la ambientación y algunas tomas maravillosas, como los barridos aéreos sobre las playas o las escenas de las tropas hacinadas en los buques.
Una peli digna de verse, imprescindible para los amantes del cine bélico y, en general, representativa de una época pasada en la que todo se hacía, como digo yo, a pico y pala.



5 comentarios:

  1. No es una película cualquiera, es todo un "peliculón" y lo que al menos a mí me gusta del cine bélico es que este basado en hechos reales. Saludos Trecce.

    ResponderEliminar
  2. Si antes digo lo de esta película, antes aparece en el blog. A mí me gustó mucho desde luego, y fue con esta y las de Chaplin con las que le cogí cariño al cine en blanco y negro. Como dato, te diré que el tic tac también tiene relevancia en otra película, Stalingrado, que me gustó menos que esta. Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Es que a esta peli le queda muy bien el blanco y negro, no me extraña que te gustara.

    ResponderEliminar
  4. A salvar el soldado Ryan también le hubiera venido bien alguna escenita más en blanco y negro, en mi opinión.

    ResponderEliminar