Víctor (Diego Peretti) y Vera Garbor (Carla Peterson) llevan 20 años casados y tienen cuatro hijos. Absorbido por su actividad laboral, Víctor vive ajeno a la cotidianeidad de su mujer y de los chicos. Vera, agobiada por la vida doméstica, decide tomarse vacaciones de su familia. Y allí comienzan los problemas.
Prueba del éxito de la fórmula, es que se han hecho adaptaciones en distintos países, bien es cierto que, al menos alguna de ellas, seguramente supera al original.
Y es que la película de Ariel Winograd, tiene un guion en el que echa mano de estereotipos algo anticuados, presentándonos una familia que en algunos aspectos no responde al canon de las actuales, como si se hubiera quedado anclada cincuenta años atrás.
Avanza a base de gags y chistes no siempre demasiado logrados, si bien es cierto que entre tantos y tantos, claro, alguna de las situaciones acaba haciendo gracia, con momentos realmente difíciles de asumir, como pretender que los dos muchachos adolescentes (uno de ellos se acuesta ya con su novia), no sepan por donde se va al colegio.
Al final, más que otra cosa da un poco de pena este padre bastante desastroso que se enfrenta a unos hijos, al menos los dos mayores, bastante cabroncetes (sin el diminutivo), mimados, consentidos, ruines y con una actitud hacia su padre que roza el sadismo.
"Un papá patoso", podría subtitularse.
ResponderEliminarBastante patoso.
EliminarLa madre se va a "Rancho Relaxo", como el famoso capítulo de los Simsons.
ResponderEliminarMás o menos.
EliminarPasado el descanso veraniego retomo mis visitas y publicaciones.
ResponderEliminarUn abrazo Trecce.
Deseo que haya resultado gratificante.
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