Narrado por Rebecca, la protagonista del libro, una mujer de mediana edad, casada a los veinte años después de abandonar a su novio de la escuela secundaria y la universidad por un hombre mucho mayor tras un noviazgo de dos semanas. Se convierte instantáneamente en madrastra de tres hijas, da a luz a los veintiún años a una hija biológica y luego enviuda a los veintiséis, cuando su marido muere en un accidente automovilístico.
Han transcurrido treinta años desde que pasó todo eso. Ahora es abuela de varios nietos y dirige el negocio familiar organizando fiestas en la antigua y espaciosa casa familiar mientras cuida a su tío político de noventa y nueve años. Todo el mundo ve como algo natural lo que hace, pero ella comienza a preguntarse cómo habría sido su vida si se hubiera casado con su antiguo novio. Entonces lo busca, aunque tras el reencuentro y algunas citas posteriores, es consciente de que aquello no tiene futuro.
Supongo que las reflexiones de Rebecca son algo por lo que pasarán otras personas. ¿Cómo habrían sido de distintas nuestras vidas si hubiésemos tomado un camino diferente?
Seguramente no es la mejor novela de Anne Tyler, con personajes que tampoco es que nos digan demasiado y la secuencia de descripciones de una vida rutinaria en la que no se profundiza demasiado en los numerosos personajes secundarios que desfilan por él.
La autora reflexiona sobre la importancia de los recuerdos y el inmenso coraje que se precisa para seguir adelante cuando, muchas veces, tus esfuerzos no encuentran, no ya recompensa, sino un simple reconocimiento.
De cualquier modo, lo mejor del libro es que está bien escrito, pero la banalidad de sus vidas y la forma en que está contado, tampoco nos aporta demasiado en mi opinión aunque sí es cierto que la lectura resulta agradable, pero a más de uno le puede resultar un relato anodino.
Una de esas novelas río que abarcan toda una vida.
ResponderEliminarMás o menos.
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