Jang Tae-joon (Park Hae-il), profesor de economía en la Universidad Nacional de Seúl, respetado y querido por los estudiantes, se convierte en un héroe a los ojos del público en un debate televisivo y cuando salva a un hombre que se ha prendido fuego. A raíz de la popularidad, decide dedicarse a la política, participar en las elecciones parlamentarias y supervisar la creación de un banco social. Mientras tanto, su esposa Oh Soo-yeon (Soo Ae), subdirectora de una galería de arte contemporáneo, intenta por todos los medios ocupar el lugar de su directora. Por esto, le ruega a Shin Ji-ho (Jin-wook Lee), un conocido fotógrafo, que haga una exposición con ellos y tiene una aventura con él. Ambos cónyuges ingresan en la alta sociedad, donde políticos, bandidos y herederos de familias adineradas realizan transacciones secretas; ambos hacen todo lo posible para llegar a la élite, pero para ello, habrán de pagar un precio.
Una guapa y exitosa pareja de profesionales con alto nivel de formación, cultos e inteligentes, pero con ansias de ascender en la escala social, se verá arrollada por el mundo turbulento que se esconde tras los oropeles de la riqueza y el poder.
Toda la porquería oculta bajo las alfombras de la política y el mundo de las artes plásticas sale a relucir. Si eres invitado a participar en el festín de dinero y poder y procedes de un nivel inferior, tendrás que pagar un precio, el de aceptar las ruindades y manejos que todos conocemos, que de cuando en cuando, incluso llegan a los tribunales, pero que la mayoría de las veces se quedan en más que fundadas sospechas, incluso realidades, que los poderosos a base de dinero e influencias, se encargan de que sean imposibles de probar y si hay que matar, pues ¡qué se la va hacer!
De fondo, la relación amorosa de ambos protagonistas, con infidelidades y reproches que no son sino reflejo de la situación que atraviesa la propia Corea del Sur y otros países asiáticos con economías emergentes, cuyo éxito en los mercados viene de la mano de las tremendas desigualdades sociales que genera y de pisotear los derechos laborales y sociales de quienes aportan su esfuerzo para que unos pocos se lleven los réditos.
Bien interpretada y con un guión bastante sólido y bien trabajado que lleva la firma del propio realizador, Byeon Hyeok, la película tiene un elevado nivel técnico y artístico, con algunas secuencias realmente llamativas, como el trávelling aéreo del comienzo, las que se centran en detalles concretos o las abundantes en que el juego de espejos que multiplican las imágenes o las paredes traslúcidas que representan el mundo de falsa realidad en que se desarrolla la narración.
Se muestra un ambiente sofisticado, con decoraciones modernas y fastuosas, aunque muchas veces exageradas y fuera de sitio, que muestran el mundo de estos personajes poderosos que llevan los símbolos de ese poder a todos los lugares y ambientes en que se desarrollan sus vidas.
Una película muy interesante, plagada de simbolismo, con diálogos de alto nivel, que se hace entretenida a pesar de sus más de dos horas de duración y que deja al descubierto todas las miserias de la política y sus conexiones de dependencia con los centros de poder financiero.
Hola... he seguido tus huellas y aquí estoy.
ResponderEliminarNo he visto un gran qué de películas asiáticas, más allá de los clásicos de samurái y así... tendré en cuenta esta entrada la próxima vez que busque películas.
Muy interesante espacio... con tu permiso, por aquí me quedo.
Un beso.
Entras en tu casa.
EliminarGracias por la deferencia.