Tres jóvenes, Odile (Anna Karina), Arthur (Claude Brasseur) y Franz (Sami Frey), se conocen en clase de inglés e inmediatamente se hacen amigos. Los tres planean llevar a cabo el robo de una importante cantidad de dinero en la casa donde vive Odile.
Tras muchas negativas de diversos estudios, Jean-Luc Godard obtuvo cien mil dólares de Columbia Pictures para hacer su siguiente proyecto. Entre las tres opciones que presentó, los ejecutivos del estudio optaron por escoger la adaptación de una novela pulp de Dolores Hitchens, Fool´s Gold, que Godard había leído por sugerencia de François Truffaut.
El resultado fue esta película, quizá la más accesible para el púbico de las realizadas por el director franco-suizo, con algunas secuencias míticas y muchas más que son verdaderas piezas independientes por sí mismas. Los que saben de esto, dicen que es un homenaje a las películas policiacas norteamericanas de serie B, el caso es que no todo el mundo podrá disfrutar de este film, porque donde muchos ven todo un trabajo en el que domina la libertad creativa y a las posibilidades enormes de la narración fílmica o elogian los comentarios de la voz en off del propio Godard (siempre presente a lo largo del film), como muestras de ingenio, otros no verán sino una película donde dos descerebrados que se niegan a hacerse adultos y una chica que, por momentos, parece más tonta que el que asó la manteca, dejándose engatusar por dos tipos que la minusvaloran e incluso la pegan, desfilan por la pantalla durante una hora y media aburriendo a las ovejas atendiendo a un guión sin ideas.
Es cierto que Godard quería posicionar a la que entonces era su esposa, Anna Karina, en el mundo artístico y también hay quien dice que en esta película lo único destacable de ella es su cara bonita, pero bueno, todo esto son opiniones contrapuestas, algo, por otra parte, muy típico del cine de Godard que siempre contó con grandes admiradores y furibundos detractores, nada nuevo al fin y al cabo.
Capítulo aparte merecen las anécdotas alrededor de la película, como el tributo que le rindió Quentin Tarantino cuando, en 1991, bautizó su novel compañía productora como “A Band Apart” o cuando unos años más tarde, en Pulp Fiction, hará que Uma Thurman y John Travolta bailen un twist que recuerda indirectamente a la inolvidable danza estilo Madison que interpretan Odile, Franz y Arthur. Baile que también evocó Hal Hartley en "Single Man".
También la especie de ofrenda que Bertolucci le hizo, atreviéndose a repetir la escena del recorrido a carrera limpia por el Louvre en su película Soñadores (The Dreamers, 2003), batiendo el récord que había dejado en la ficción Godard.
Sea como fuere, gustos aparte, me quedo con el comentario que hacía la revista Time al incluirla entre las 100 mejores películas de todos los tiempos en el año 2005: "Bande à part está entre los más raros y divertidos esfuerzos de Godard para reescribir no solo la gramática del cine, sino también sus convenciones narrativas dominantes”.
El caso es que la película se ha convertido en un clásico, aún siendo tan moderna en su estilo, una paradoja a la que quizá responda el propio film en palabras de Odile, su protagonista femenina citando a Eliot: “Todo lo nuevo es, de hecho, automáticamente tradicional”.
La mejor etapa de Godard y uno de sus títulos de culto (reconozco que no es decir mucho, pues "de culto" es prácticamente todo su cine).
ResponderEliminarSaludos.
Es la palabra más certera para definir el cine de Godard, porque como no te guste, no dejas de preguntarte qué le van a este hombre para tenerlo en un pedestal.
EliminarConfieso sin ambages que mi admiración por Godard es como la de Fernando Trueba respecto a Billy Wilder: el cineasta suizo es el único Dios en el que merece la pena creer, ya desde su propio nombre (God-ard).
ResponderEliminarPor algo está en ese Olimpo de los grandes, aunque tantas veces incomprendido.
EliminarQue tal Trecce!
ResponderEliminarEs una película que me produce entre otras sensaciones una especie de viaje en el tiempo que no sabría muy bien como describir, con "Los 400 golpes" me pasa lo mismo.
Absolutamente irrepetible.
Saludos!
Sí, son películas únicas.
EliminarMe la apunto en la lista de pendientes con cierta reticencia. Godard es como el Curro Romero del cine.
ResponderEliminarA la gente que no le gusta, le resulta muy cuesta arriba el cine de este hombre.
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