viernes, 22 de mayo de 2020

WALL•E

En el año 2800, en un planeta Tierra devastado y sin vida, abandonado por la humanidad porque los deshechos de los productos vendidos por la poderosa corporación multinacional Buy N Large, lo han cubierto todo, el pequeño robot WALL•E (acrónimo de Waste Allocation Load Lifter Earth-Class), un recolector de basura que lleva siglos realizando su trabajo y y se ha ido quedando solo en la Tierra, ve amenazada su monótona, pero satisfactoria existencia, cuando EVE, una elegante (y peligroso) robot de reconocimiento, es enviado a la Tierra para encontrar pruebas de que la vida en el planeta es, de nuevo, sostenible. WALL•E se enamora de EVE y la rescata de una tormenta de arena, mostrándole una planta viva que ha encontrado entre los escombros. Una vez toma la planta, EVE ha sido programada para entrar automáticamente en un estado de desactivación, excepto por una luz verde intermitente. WALL•E, no entiende lo que le ha sucedido a su nueva amiga, pero, fiel a su amor, la protege del viento, la lluvia y los rayos del sol, incluso cuando ella no responde. Un día, una gran nave viene a recoger a EVE, pero WALL•E, por amor y para no volver a sentirse solo, se sube al exterior de la nave para rescatar a EVE. La nave regresa a una especie de gran trasatlántico espacial que transporta a todos los humanos, descendientes de quienes evacuaron la Tierra 700 años antes. La gente de la Tierra viaja dentro de este complejo espacial en sillas flotantes que les brindan un surtido constante de TV y video chat.


Que Pixar transita por una galaxia diferente al resto en lo que a películas de animación se refiere, es algo que hemos venido repitiendo aquí al hablar las varias películas de la productora que hemos reseñado. La calidad de sus productos, ese algo que las hace diferentes, sus trabajados guiones, sus personajes entrañables y sus historias las ponen tan por encima del resto, que hace que cada vez que una de sus películas baje algo el nivel, parezca un trabajo menor y nada más lejos de la realidad. Algo así es lo que puede pasar, de hecho el tiempo nos demuestra que ha ocurrido, con este film, que no está entre los más recordados de Pixar y, sin embargo, es una obra de una categoría excelente.


Una propuesta arriesgada por el tipo de personajes elegidos y también por esos inolvidables primeros cuarenta y cinco minutos, sin palabras, pero cargados de sonidos y, sobre todo, de emociones, ¡qué manera de transmitir sentimientos! 
¿Que puede haber cosas que impidan que sea una película redonda?, posiblemente, pero es tanto lo que nos da, una crítica desgarradora de los peligros a que la propia humanidad se somete y un protagonista, que es un verdadero Charlot hecho máquina, tierno y algo patoso, entrañable donde los haya, con esas escenas maravillosas en las que cuidad a EVE cuando esta se halla en standby y ese retrato de lo que es la felicidad, de lo poco que necesitamos cuando sabemos desprendernos de lo superfluo, nunca el hecho de cogerle la mano a alguien expresó tanto.




6 comentarios:

  1. Me encantó...Pero ¿sabes? Tu reseña me ha enseñado cosas que no sabía. En su momento (logré verla en el cine) hice una entrada acerca de la misma
    http://tigrero-literario.blogspot.com/2009/02/walle-eve-o-la-ternura-electromecanica.html

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  2. Tengo lágrima fácil, sobretodo con las películas animadas (POR FAVOR MIRA "HOME", que tanto relaciono con Wall.e), pero esta es de esas pocas que deseamos no se pierdan nunca para poder volver a mirarlas con nuestros hijos, sobrinos, etc. Quiero decir, me hizo llorar hasta la desembocadura, pero POR DIOS que supieron humanizar los sentimientos más humanos en una máquina que, ni siquiera, es agradable por fuera (bueno, se rescatan los ojos, pero eso es como una marca de Pixar). Hermosa entrada, me han dado ganas de verla de nuevo.
    Saludos!

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    1. Es de las cosas que más llaman la atención de la película, cómo han sabido lograr que las máquinas transmitan sentimientos humanos.

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  3. Que tal Trecce!
    Otra joya de Pixar, realmente deliciosa. Me has dado una idea, hace tiempo que no he vuelto con ella...
    Saludos y buen finde!

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