Bajo el envoltorio de novela negra, el escritor, periodista y guionista Isaac Montero, nos trae una novela mucho más profunda, en la que se adentra en el tejido social y político de la Transición democrática, con un cuerpo de Policía que no es ajeno a la convulsión que vive el país entero.
Uno de esos policías es Jesús López Uña "El Chino", que como tantos de sus compañeros del momento, ha vivido toda su carrera profesional durante la etapa franquista y se encuentra ahora con los nuevos vientos que soplan y que mantienen desconcertados a todos, a los mandos, provenientes muchos de ellos de quienes se sublevaron en julio del 36 y los propios policías que han vivido a sus órdenes y que también provienen en buena parte de esos orígenes.
Es una novela calificada muchas veces como difícil, el caso es que nunca encontró acomodo entre el gran público, se quejan los lectores del uso indistinto de nombres propios o de los alias, para referirse a los personajes y a la dificultad que supone leer palabras, incluso párrafos enteros, escritos en argot. Creo que no es para tanto, es cierto que el protagonista tiene la capacidad de mimetizar su lenguaje dentro del ambiente en que esté en cada momento, pero muchas palabras son conocidas y otras se deducen por el contexto.
En cuanto al embrollo de la historia y sus personajes, tranquilos, al final todo queda en su sitio y si algo no nos queda claro del todo, los dos epílogos de la novela, nos lo acaban de aclarar. La historia es más sencilla de lo que parece, pero tiene muchas ramificaciones (drogas, tráfico de armas, apoyo a grupos de extrema derecha, chantaje, venganzas que vienen de los tiempos de la Guerra Civil, sexo, especulación urbanística...) y con ellas, el autor nos pasea por los distintos ambientes que conforman el mundo que aflora una vez muerto el dictador.
Creo que esa aparente confusión del relato, no es gratuita, forma parte de la trama y no hace sino reflejar cómo era el momento sociopolítico en la España de la Transición. Quizá el inmerecido anonimato de esta novela responde a su complejidad estructural y a los diferentes niveles de lenguaje que pone en juego, algo que a priori no encaja con la elección de un género tan popular como la novela policial.
De cualquier modo, no deja de ser una narración y desde aquí invito al lector a que no se deje intimidar por ella, pues como digo, todo va quedando claro al final.
Muy interesante para tener una visión desde un punto de vista diferente, de aquella España en que todo era precario y en que sonó una especie de sálvese quien pueda en el que alguna gente no tuvo claro a qué carta quedarse y más de uno se vio arrastrado por lealtades que estaban condicionadas por cuarenta años de dictadura, cuando lo que realmente se estaba jugando, no eran cuestiones personales, sino el paso adelante que nos sacara del atraso en que estaba sumido el país.
En realidad, es una novela un tanto difícil de leer, al menos para los poco habituados a la lectura. Pero es interesante que ayudará a conocer un poco ese período de nuestra historia
ResponderEliminarMuy interesante, José Luis.
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