La novela es una crónica negra, la historia de un niño, Carlos, al que le suceden una serie de desdichas que resultan un poco excesivas, pero el libro es así, excesivo en algunos momentos.
Carlos se entera un mal día que su padre, al que vio cómo se llevaba la policía, es un destripador, un desalmado que descuartizaba a sus víctimas tras haberlas violado y de ahí en adelante las desgracias familiares, en forma de muerte de los seres más allegados (madre y abuelos), desquiciados por lo que aquel hombre hizo, se irán sucediendo, hasta que Carlos quede sólo en el mundo.
Rubén, un mago cuya hermana fue la primera víctima del violador, localiza al niño y trata de vengarse en él de lo que le ocurrió, hasta que recapacita y se da cuenta de que el muchacho no tiene culpa alguna y no sólo eso, sino que Carlos acaba refugiándose en casa de Rubén, en quien cree haber encontrado al padre que tanto admiró antes de saber quién era en realidad. Sin embargo, algo ocurre en la relación entre Rubén y Carlos que llevará a este a tomar una decisión trágica.
Carlos Pérez Merinero es un icono dentro del género negro español, escritor y guionista, escribió muchas novelas y unos cuantos guiones cinematográficos y televisivos (Amantes de Vicente Aranda, o algunos guiones de La huella del crimen para TV, entre otros muchos).
Alejado del famoseo, nunca buscó los premios o el abrigo editorial para conseguirlos, él se dedicaba a escribir y sus historias, descarnadas y con finales nada complacientes, eran lo importante.
Es verdad que sus novelas no son de relumbrón, pero sí con historias atractivas, muchas veces cercanas al hard-boiled (personajes rudos y con actitud de duros), hechas para pasar el rato, al más puro estilo Pulp, pero no exentas de calidad.
Sus novelas, es verdad, son muy crudas y con enormes salvajadas, pero no desentonan. Está muy claro, eso sí, que Merinero no trataba de agradar a sus lectores. Tenía otras motivaciones para escribir así
ResponderEliminarNada complacientes, pero al parecer sí que agradaban a sus lectores, aunque las historias no fueran agradables.
EliminarPero indagando llegas a la conclusión de que aunque el argumento siempre sea excesivo, encuentras en la vida real casos que lo superan.
ResponderEliminarEs así, la vida es mucho más dura que lo que reflejan las novelas, por increíble que a veces nos parezca.
Eliminarhttps://m.facebook.com/carlosperezmerinero/
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