Gloria (Carmen Maura), un ama de casa frustrada, malcasada y adicta a las anfetaminas, vive en una casa de vecinos de un barrio humilde con Antonio (Ángel de Andrés López), su marido, que es taxista, sus hijos y su suegra. Compagina las labores del hogar con el trabajo de asistenta en otras casas.
Con muchas de las constantes del cine almodovariano presentes, la película significa para algunos un punto de inflexión en el cine de Pedro Almodóvar, algo que se ha dicho de otros films del manchego. Yo creo que en el cine de Almodóvar lo que hay es una evolución, sin rompimientos radicales.
Con esa estética que le ha hecho diferente y una manera de tratar los asuntos que aborda el film que responde a su forma particular de trasladarlos al espectador, encontramos situaciones perfectamente reconocibles e identificables con Pedro y su forma de hacer y de pensar: El tratamiento del sexo, absolutamente carente de erotismo; la presencia de esa madre, una verdadera heroína de la supervivencia, en una familia, como se dice ahora, disfuncional; la religión, aquí apenas presente, en las jaculatorias y encomiendas de la abuela; la soledad, con esa mujer rodeada de familia (marido, hijos, suegra), que vive como esclava de todos ellos, y que siente que a nadie le importa, su insatisfacción es tan profunda y su horizonte tan pequeño que no sabe ni encuentra a qué aferrarse para seguir viviendo; lo rural mezclado con lo urbano, aquello como un sueño que al final del film cobrará realidad y el entorno de la urbe como lugar donde se desarrolla la trama, hogar y prisión a un tiempo; el color que recuerda al pop-art y, por supuesto, esas escenas frikis marca de la casa.
Este collage, aderezado con momentos de humor y otros de puro surrealismo, ambos muy particulares, son los que dan frescura al cine de Almodóvar, lo que le hace diferente de otros realizadores de los que podemos encontrar trazas, inspiraciones, pero lo suyo es genuíno, un retrato de una sociedad vista de una manera al tiempo muy real y muy diferente a lo que acostumbramos a ver.
Una de sus mejores películas, en la que conjuga su particular universo y un sentido del humor surrealista con una crónica social inmisericorde.
ResponderEliminarYo también lo creo así.
EliminarDe cuando Almodóvar era todavía un cineasta transgresor.
ResponderEliminarPues sí.
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