Ahmad (Shahab Hosseini), un iraní que vive en Alemania desde hace años, regresa de vacaciones a su país natal. Sus antiguos compañeros de universidad celebran su llegada con una excursión de tres días al mar Caspio junto a sus familias. Su amiga Sepideh (Golshifteh Farahani), que sabe que acaba de divorciarse de una alemana, invita a Elly (Taraneh Alidoosti), la maestra de su hija. Al día siguiente, Elly desaparece sin dejar rastro, y todos culpan a Sepideh por haberla invitado.
Tras un arranque que tiene algo de comedia costumbrista, con el grupo de amigos comenzando lo que promete ser un distendido fin de semana a orillas del mar, el drama va tomando cuerpo tras la misteriosa desaparición de Elly. A partir de ese instante, el realizador y guionista del film, el iraní Asghar Farhadi, nos conduce a una especie de estudio psicológico de las personas, sus egoísmos, miedos y dudas cuando se ven sometidos a una situación extrema. La amistad se tambalea y la parte menos amable de la personalidad de cada cual aflora.
El film nos muestra también algunas cosas de la sociedad iraní a través de este grupo de gente relativamente joven que podemos encuadrar en la clase media. Sí, ellos también se van de fin de semana a la orilla del mar, bien es cierto que todo dentro de unos límites: Las mujeres con el pelo cubierto en todo momentos y el machismo siempre presente aunque se trate de un grupo que ha recibido una educación presumimos que universitaria. La teocracia del régimen ha impregnado a todos los estamentos de la sociedad y situaciones que en occidente nos pueden parecer normales, se convierte en poco menos que escandalosas, como el hecho de que una mujer que tiene novio (aunque nunca nos queda del todo claro si ella está intentando romper la relación desde hace un tiempo), se vaya de week-end con otras personas.
Quizá en algunos pasajes resulte un poco larga y las situaciones se tornan repetitivas, pero de cualquier modo, la película resulta interesante y el misterio de la desaparición, que tampoco tiene mucho calado, en el fondo sirve para disimular algo la crítica social que encierra la historia.
Probablemente, los hechos descritos no dejan de ser una alegoría de la actual sociedad iraní.
ResponderEliminarEn efecto.
EliminarTengo una relativa información sobre el país y por poco que vea mostrar
ResponderEliminarsu realidad, me conmueve el esfuerzo que sé significa para sus creadores.
Por ello, mi admiración a los autores.
Gracias, Trecce, por la entrada.
Son realmente valientes, porque en sus películas hay una crítica social de fondo que les puede acarrear problemas serios.
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