Cuatro años tardó Richard Piers Rayner, el dibujante del cómic, en acabar el trabajo para el que se había puesto de acuerdo con Max Allan Collins, que iba escribiendo la historia y enviándole, esporádicamente, cuando el ilustrador se lo iba pidiendo, bloques de 25 o 30 páginas. Un trabajo, como se ve, lento, sosegado, calmado, algo totalmente inusual en este loco mundo de las prisas en el que vivimos.
"Camino a la perdición" ("Road to perdition"), es una novela negra, una novela gráfica de gansters, en la que se narra el tortuoso camino que Michael O'Sullivan y su hijo mayor, Michael Jr., recorren huyendo de la persecución de los Looney, una familia de mafiosos irlandeses que ha asesinado a la esposa y al hijo menor de O'Sullivan, con el que también pretenden acabar, pues Michael Jr., se coló de rondón en el asiento de atrás del automóvil de su padre cuando este realizó el último trabajo que le encargaron los Looney y presenció los asesinatos de Gabel (un expolicía corrupto que ha decidido desafiar a los Looney haciendo negocios por su cuenta) y sus hombres.
Pero Michael O'Sullivan no es un pistolero cualquiera, apodado El Arcángel de la Muerte, es un tipo inteligente y escurridizo. Su lealtad a los Looney ha concluído desde el momento en que estos ordenaron su muerte y la de su familia, su venganza será terrible... y sangrienta.
La novela sigue los cánones del género, mezclando cosas tomadas de la realidad con elementos de ficción, pero además bebe en las fuentes de las novelas de carretera y del manga y las películas basadas en estos cómics rodadas en los 70, escritas por Kazuo Koike y protagonizadas por Tomisabyuro Wakayana y el precoz Akihiro Tamikawa, con un argumento muy parecido al de esta novela, pues en ellas se narran la aventuras de un samurai traicionado por su shogun. Otra influencia asiática fue el cine de Hong Kong, en particular los "heroicos" derramamientos de sangre del director/guionista John Woo.
Las ilustraciones de Richard Piers Rayner, son el complemento perfecto para la historia, quizá el ilustrador que mejor ha sabido reflejar la época de la gran depresión y los gángsters, un tipo al que Max Allan Collins no había conocido en persona cuando se publicó el libro.
Después de 15 años escrbiendo la tira de Dick Tracy, los editores decidieron rescindir el contrato de Collins, que se encontró en la calle de buenas a primeras, pero él, que es un tipo positivo, dice que si las cosas le hubieran ido mejor en aquellos momentos (pincipios de los 90), nunca habría escrito los guiones de En la línea de fuego, o Air Force One, ni mucho menos esta novela, una de las mejores del género que yo haya leído.
No he leído la novela, pero la película es bastante recomendable, con un ambiente muy reconocible, muy propio del género, quizás esto sea lo más destacable de la cinta.
ResponderEliminarSaludos.
Hay algunas variaciones sobre el libro, por ejemplo, el personaje que persigue a los O'Sullivan, no está en la novela, pero en general, la adaptación está bastante bien.
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