Escrita en su exilio norteamericano y publicada en 1962. Cada capítulo se presenta como una de las largas cartas que la protagonista escribe a su prima Betsy, y el autor, Ramón J. Sender, pasa por ser el traductor de esas cartas.
Nancy es una estudiante de español que viaja a Sevilla con el fin de estudiar en su universidad y también de documentarse y escribir una tesis para obtener el grado universitario en sus estudios. Su residencia la fija en las cercana localidad de Alcalá de Guadaira
Es una novela escrita en clave de humor, su comicidad se basa principalmente en el contraste entre la mentalidad y las costumbres estadounidenses y las españolas, principalmente las costumbres castizas del entorno del que se rodea Nancy que, para estudiar más de cerca la forma de vida del pueblo, se echa un novio gitano llamado Curro. Con él y con Mrs. Dawson (mayor que ella y vecina de la misma casa donde vive, que la lleva cada día a Sevilla en su automóvil), recorre localidades andaluzas cercanas y conocerá un variopinto universo de personajes y situaciones a cual más jocosa.
Los dobles sentidos, la dificultad de Nancy para interpretar la jerga coloquial o la situación político-social de España, sirven a Sender para llevarnos por los caminos del más puro humor que quizá, en algún sentido, ha quedado algo obsoleto, pues hay expresiones y situaciones del momento que a las generaciones más jóvenes, pueden sonar igual que a Nancy, totalmente desconocidas, ignorando el sentido que tenían y, por tanto, perdiendo parte de su comicidad.
Por lo demás, es una novela muy entretenida y divertida, cuyo éxito animó a Sender a escribir una serie de secuelas.
Como ejemplo del tono que predomina en la obra, reproduzco un par de párrafos, uno de las primeras páginas y otro de las últimas:
Ayer no hubo clase y dedicamos la mañana a recorrer el barrio de Santa Cruz en Sevilla. Encantador, aunque llega a cansar un poco tanta imitación del estilo californiano, con sus rejas y patios.
Como todas las cosas tienen aquí diferentes nombres según su categoría, a la muerte de un hombre bajo la llaman «espiche» y a la de un noble «defunción». En cuanto al muerto, si es noble es un «finado» y si es un plebeyo se llama «fiambre».
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