viernes, 24 de enero de 2020

LA CRIADA

Dong-sik Kim (Jin Kyu Kim) es profesor de piano un hombre de familia, puritano, conservador y casado. La señora Kim (Jeung-nyeo Ju) es aparentemente la esposa ideal, taciturna y entregada ama de casa. El matrimonio tiene dos hijos, la niña Ae-Soon (Yoo-ri Lee) y el niño Chang-Soon (Sung-Ki Ahn), y acaban de mudarse a una casa más grande. Son una familia de clase media que vive en Gimcheon, Corea del Sur.
El Sr. Kim dirige el club de música en una fábrica para su población mayoritariamente femenina y es objeto de fantasía romántica para muchas mujeres, como lo atestigua la gran cantidad de mujeres que están en el club de música y la carta de amor que recibe de una de ellas, Miss Kwak (Seon-ae Ko), carta que el Sr. Kim entrega a la supervisora, con la consecuencia de que la trabajadora es suspendida durante tres días.
La Sra. Kim, también trabaja como costurera, con una máquina de coser que tiene en casa y, al estar embarazada de su tercer hijo, se fatiga demasiado y necesita una criada que la ayude en las tareas domésticas. El Sr. Kim le pide a la mejor amiga de Seon-young Kwak, la señorita Kyung Hee Cho (Aeng-ran Eom), quien además es su alumna en las clases particulares de piano, que le ayude a encontrar una criada.
La señorita Cho invita a Myung-sook (Eun-shim Lee) una joven inestable y desequilibrada a trabajar para el Sr. y la Sra. Kim y presenta a la familia a la candidata a ocupar el puesto de criada. El Sr. Kim contrata a la joven y la lleva a la casa. Pero pronto, la chica se comporta de una manera extraña, husmeando las clases privadas del Sr. Kim. La nueva situación que se crea en el domicilio, amenaza con destruir a la familia Kim, así como la vida de la sirvienta.


Tal vez lo que más sorprende de esta película es que está rodada en 1960 y, en algunos aspectos, resulta muy moderna para la época.
Se ha hablado mucho de la calidad de algunos films surcoreanos —sin ir más lejos en esta página—, pero se ve que la cosa viene de más lejos y que no son solo los realizadores actuales los que atesoran esa calidad.
La primera parte de la película se dedica a presentarnos a los personajes, su forma de ser y comportarse y plantear el oscuro drama que se avecina. El protagonista es un hombre de moral conservadora hasta el extremo, lo que choca con la situación a que se verá sometido y la esposa, en apariencia trabajadora y sumisa, en realidad no hace sino incitarle a ganar más dinero para poder elevar su estatus social.
La aparición de la criada de la casa, lo trastoca todo.


Se crea un ambiente malsano, opresivo, resaltado por la casi constante ambientación en un entorno de interiores y bajo la lluvia de la calle subrayando esa situación. Los hechos que se suceden resultan a veces excesivos, como si se fueran forzando las situaciones para ir yendo más allá y cuando parece que nada puede ir peor, la narración se retuerce aún más. En cierto modo refleja el cambio social que se está viviendo en el país asiático en esos momentos y el protagonismo que está tomando la mujer, si bien esto se retrata desde un punto de vista que bien puede calificarse como de cierta misoginia, pues es cierto que ellas llevan la iniciativa de casi todo, el protagonista llega a parecer una marioneta en sus manos, ellas le complican la vida y toman las resoluciones para un posible arreglo, sin que él tome iniciativas, pero se las hace aparecer como culpables, en el fondo es como si el guión quisiera avisar de los peligros de imitar la forma de vida de la cultura occidental.
Gran interpretación de Eun-shim Lee en su papel de criada, pero curiosamente, este personaje supuso el principio y el fin de su carrera cinematográfica, pues el público odiaba tanto a la inmoral Myung-sook, que ningún director la contrató después de esta película.
He visto en muchas reseñas de esas de andar por casa —como esta—, en las que casi todos quienes la han visto muestran su decepción por el inadecuado final, con una soflama moral que el protagonista lanza mirando a los ojos del espectador y que queda bastante fuera de lugar. Pues bien, aclarar que el final previsto era el que se ve poco más de un minuto antes, pero se consideró demasiado extremo para el público de su tiempo, por lo que el añadido que vemos como colofón después del final original se agregó en la postproducción.




2 comentarios:

  1. Me pregunto qué pasara el día en que compartan experiencias, vivencias y saberes los directores surcoreanos con los norcoreanos.

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    1. Yo pienso que la reunificación de las dos Coreas, a más de uno, no le interesa.

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