jueves, 12 de octubre de 2017

U-47 COMANDANTE PRIEN

3 de septiembre de 1939, 12:00 horas del mediodía, desde la 11:00 horas, Alemania se encuentra en Guerra con Gran Bretaña. Hace poco se ha emitido por radio un comunicado a todas las unidades de la armada alemana en alta mar: "Inicio inmediato de las hostilidades contra Inglaterra"
El hundimiento por error del buque de pasajeros Athenia a manos de un submarino alemán provoca una crisis en el seno de la flota submarina. El comandante alemán de la flota U-Boote, decidido a desquitarse y recobrar el prestigio de sus submarinos, selecciona a uno de sus mejores hombres, el Capitán Günter Prien (Dieter Eppler), con el fin de llevar a cabo una peligrosa misión. Prien recibe el encargo de infiltrarse con su submarino U-47 en la teóricamente impenetrable base naval de la Royal Navy en Scapa Flow, en Escocia, con el objetivo de torpedear a los buques de guerra enemigos fondeados alli. Los servicios de inteligencia alemanes, tienen la fundada sospecha de que, entre otros, en dicha base se encuentra el famoso buque de guerra británico HMS Royal Oak. Prien recibirá órdenes directas del almirante Karl Dönitz, comandante supremo de la Kriegsmarine. Tras cumplir su misión con un rotundo éxito, Prien volverá a Alemania convertido en héroe, pero también conocerá la cara amarga del régimen nazi.



La película, estrenada en 1958, utiliza escenas entresacadas de documentales, bastante bien mezcladas con las escenas de rodaje. Paralela a la historia que podríamos llamar real, hay una trama que no interesa mucho, seguramente por la época en que se rodó, querrían marcar distancias con el nazismo y así vemos que quieren dar la impresión de que los militares, al menos los que protagonizan el film, no estaban enterados de lo que ocurría en los campos de concentración.
A la película le falta algo de tensión y el final se resuelve de manera un tanto abrupta, sin ajustarse demasiado a la forma en que realmente desapareció el U-47 y creando cierta confusión en el espectador. Las escenas bélicas no son nada del otro mundo y quizá lo mejor de la película son las escenas del interior del submarino y una banda sonora que no está nada mal. El film nos presenta al comandante Prien como un profesional de la marina que, llegado el momento, prefiere seguir en combate, para no abandonar a sus hombres, en lugar de aceptar un puesto como instructor de las nueva tripulaciones de submarinos, a pesar de que ello suponga contravenir los deseos de su esposa, con una niña pequeña y otro bebé a punto de nacer.


La película se rodó en aguas españolas, utilizando el sumergible de la Armada Española G7. El G7 era un uboot del tipo VIIC (U573), comprado a Alemania durante la Segunda Guerra Mundias, tras haber quedado internado en Cartagena, lugar al que había acudido para ser reparado tras sufrir un ataque de un avión de la RAF que estaba patrullando en misión antisubmarina al sur del Cabo de Palos.
Curiosamente, en 1938, cuando Prien era Oberleutnant zur see (alférez de navío), sirviendo a bordo del submarino U-26, se ocupó, junto con otros buques de la armada alemana, de patrullar las aguas que rodean la Península Ibérica durante la Guerra Civil Española.




4 comentarios:

  1. Ese tipo de pelis de la Guerra Mundial suelen ser muy entretenidas cuando están bien hechas y son ágiles en el desarrollo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tiene algunas partes, precisamente esas en las que se intenta presentar a los marinos alemanes como inocentes de lo que hizo el nazismo, que resultan tediosas.

      Eliminar
  2. Una película interesante para los aficionados a las proyecciones bélicas. Al revés que en las películas americanas, aparecen los alemanes tal cual son y no como cabezas cuadraras. Los personajes secundarios dejan algo que desear y tampoco concuerdan las vestimentas de las mujeres que intervienen en la película con las de la época que describen. Pero es bastante acerptable

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sabría qué responder a lo de la manera de vestir de las mujeres, ni me fijé, creo que eso ya es rizar el rizo.

      Eliminar