Lourdes (Bárbara Lennie), una joven de 25 años, inicia un viaje en solitario hacia el magnífico territorio de Obaba. Con su pequeña cámara de vídeo quiere atrapar la realidad que envuelve este mágico lugar: su mundo, su naturaleza, sus gentes… Quiere captar el presente, mostrarlo tal y como es. Sin embargo, cuando llega a Obaba, Lourdes sufre una pequeña decepción, no es el lugar que se había imaginado.
Pronto averigua que los ciudadanos que residen allí, están anclados a un pasado del que no pueden o no quieren escapar. A través de Merche (Pepa López), Ismael (Héctor Colomé), Tomás (Txema Blasco) y Miguel (Juan Diego Botto), irá conociendo cómo eran sus vidas y en qué se han convertido con el paso de los años. Todos los habitantes se caracterizan por ser personas sin ilusiones y sin aspiraciones. Se trata de vidas que levantan envidias, celos, violencia…
Lourdes intentará, con su cámara de vídeo, formar un puzle de sus historias con el fin de abrir los ojos a los ciudadanos del territorio. Aún así, no puede completar el entramado, siempre hay algo que falla, algo que escapa a su conocimiento como el extravagante comportamiento de los lagartos.
El guión adapta la obra de Bernardo Atxaga "Obabakoak", una serie de relatos muy difícil de trasladar a la pantalla. Sin embargo Montxo Armendáriz se atreve con ello, eliminando los relatos más cortos, los complicados visualmente y los que se alejan en exceso de Obaba.
Difícil papeleta la que tenía Armendáriz, quien haya leído el libro, lo último que se imagina es que aquello pueda ser trasladado a la pantalla, se trata de un mundo que nada entre lo tradicional y lo legendario, un mundo imaginario que bebe de las leyendas vascas, de los cuentos populares y de la imaginación del propio autor.
La película se plantea como una serie de relatos con el nexo de unión de una estudiante de audiovisuales que está haciendo un trabajo para la escuela en que estudia y creo que les falta algo de vigor, uno no llega a sentir del todo lo que se vive o se cuenta en el film.
Los actores están bien, excepto los niños, bastante forzados en sus interpretaciones.
Sin embargo la película tiene un algo que cautiva en cierto modo, quizá sea que son relatos sin demasiadas pretensiones, aunque yo pienso que es sobre todo la belleza formal del film y es que si algo hizo bien el director, fue elegir las localizaciones, en el navarro Valle del Roncal y contar como director de fotografía con Javier Aguirresarobe, que nos traslada toda la belleza y el encanto de los magníficos y evocadores paisajes.
Quizá si no hubiera plasmado en el film las explicaciones que dan sentido a lo que hacen los personajes y lo hubiera dejado con un cierto aura de magia, de acontecimiento desconocido, hubiera tenido otro tono más interesante.
Muy dificil trasladar a imágenes el contenido del libro OBABAKOAk de Atxaga.
ResponderEliminarEn sí es ya una obra dificil de leer de un tirón.
Complicado, sí y Armendáriz no lo hace mal, creo yo.
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