lunes, 16 de octubre de 2017

ALATRISTE (EL CAPITÁN ALATRISTE)

En la España Imperial del siglo XVII, Diego Alatriste (Viggo Mortensen), valeroso soldado al servicio de su majestad, combate en una guerra en las frías tierras de Flandes. En una emboscada de los holandeses, Balboa (Alex O'Dogherty), amigo y compañero de armas, cae herido de muerte. Alatriste escucha de los labios de su amigo una última petición y promete cumplirla: cuidará de su hijo Íñigo y le alejará del oficio de soldado. A su regreso a Madrid, Alatriste se encuentra con un imperio moribundo. La misma España en la que Quevedo (Juan Echanove) y Góngora escriben sus versos, Velázquez pinta sus cuadros, y Lope de Vega estrena sus comedias, se desmorona ante la impasibilidad de su Rey. La corte de Felipe IV (Simon Cohen), dominada por las intrigas y la corrupción, es manejada a su antojo por el Conde Duque de Olivares (Javier Cámara), con el apoyo de la Santa Inquisición. El propio Alatriste, que malvive vendiendo su espada, se verá implicado en una de estas intrigas cuando es contratado junto a otro mercenario, el italiano Gualterio Malatesta (Enrico Lo Verso), para dar muerte a dos misteriosos personajes que viajan de incógnito a Madrid. El destino de Alatriste quedará marcado cuando, intuyendo algo turbio en el siniestro encargo, decide perdonar la vida a los dos extranjeros y enfrentarse a un Malatesta que pretendía terminar el trabajo. Esa noche se ganará un enemigo para toda la vida. Cuando Alatriste descubre a quién ha salvado la vida, entiende que tendrá que enfrentarse a fuerzas demasiado poderosas para combatirlas con la espada. Pero no estará solo, la bellísima María de Castro (Ariadna Gil), sus inseparables compañeros en el campo de batalla y sobre todo Íñigo (Unax Ugalde), ahora casi un hijo para él, serán el apoyo incondicional del Capitán.


El guión se basa en la serie de novelas que, sobre este personaje, escribió Arturo Pérez-Reverte.


Una lástima el resultado final conseguido por Agustín Díaz Yanes con esta película que tenía una financiación inhabitual para el cine español. De cualquier modo, no cabe engañarse, el propio Díaz Yanes comentó algo parecido a esto: Un gran presupuesto para lo que es el cine europeo, poco más que una miseria para lo que sería una gran superproducción norteamericana.
El film, que está muy bien ambientado y cuenta con una buena fotografía, se parece más a una suma de escenas que a otra cosa. Algunas de las secuencias, en lo que a encuadres, puesta en escena, planificación, etc., son de una calidad innegable, pero falta cohesión entre ellas, falla el hilo conductor y es como si se hubieran dedicado a pegar, una tras otra, escenas de este tipo, bastante logradas cada una de ellas, para llegar a un conjunto vacío de contenido por muy bonito que sea el envoltorio.
Eso por no hablar de la boutade del realizador al colocar en el papel del inquisidor Fray Emilio Bocanegra a Blanca Portillo, que parece un capricho por buscar algo novedoso que, desde luego, fuera lo que fuera, no consigue. 
Es entretenida, sí, pero esa falta de conexión, esa ausencia de emoción en la historia, la hace aburrida por momentos.




4 comentarios:

  1. Pena de peli. He leído todas las entregas sobre Alatriste que ha hecho P. Reverte y son un conjunto de historias del XVII que ilustran mucho a los españolitos que no tenian ni idea de lo que era el Siglo de Oro.
    Describes muy bien la época pero me duele que el espectador no termine de hilar las escenas.

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    1. De hecho, Pérez-Reverte comenzó a escribir Alatriste como un divertimento, en buena parte para ayudar a su hija Carlota, al darse cuenta de que en sus libros de texto apenas se hablaba de la España del XVII.

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  2. Las novelas de alatriste no están nada mal, son muy asequibles para la lectura juvenil con ritmo e intriga. Creo que inspiradas un poco en los folletines de Dumas, pero con mejor fondo histórico y ese sentido del humor entre ácido y macabro que le gusta a Reverte.

    La película no es que sea mala, es peor. Lo único que se salva es el vestuario y parte de la fotografía que esta bien conseguida, pero en lo demás es una serie de horrores continuados acabando con una desastrosa recreación de la batalla de Rocroi.

    Yanes consigue incluso hacer quedar mal a Viggo mortensen, que nunca logra estar ni medianamente creíble en su papel, y de los españoles mejor no hablar, especialmente horrendos en su papel Echanove y Ariadna Gil... y encima nuestra maravillosa academia del cine tuvo la desfachatez de nominarla a un montón de Goyas y mandarla a los Oscar....

    Me sentó tan mal la película que cuando la han echado en TV he huido de ella y no quise ni ver la serie de Telecinco, que visto que no la han repuesto no debe ser mucho mejor.

    Creo que en el mismo año se estrenó Los Borgia, otro pestiño que me dejó reñido con el cine histórico español para años.

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