El candidato del PSOE a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Óscar López, insta a los ciudadanos de esta comunidad a votarle, porque el candidato del PP y actual Presidente, Juan Vicente Herrera, es un "gerente gris, aburrido y soso" y que "lleva diez años y no le conoce nadie en España".¿Este argumento lo emplea en serio?
¿Pero qué asesores tiene este señor para que uno de los principales mensajes de su campaña sea este?
Y, claro, no sólo los asesores, sino él mismo ¿no sé da cuenta de que esas cosas que el denuncia no son defectos per se, para un político?
A Clinton se le recuerda más por el famoso escándalo sexual que por lo que hizo o dejó de hacer durante su mandato. Yo no quiero un presidente famoso, quiero alguien eficaz, para mediáticos, ya está Belén Esteban, que arrasaba en las encuestas, pero a mí me daría vergüenza que fuera presidenta hasta de mi comunidad de vecinos.Chiquito de la Calzada es divertido; Ana Rosa es desenvuelta y a Francisco Camps le conocen en toda España.
Me quedo con Juan Vicente (ojo, no estoy diciendo que le vaya a votar), qué quieren que les diga.
Claro que si gana Óscar López, quizá lo celebre con una barbacoa.
Con que gestione de forma eficaz y austera los recursos públicos, con que no coloque a los conocidos a cargo del presupuesto mientras dice salvar a la vez lo público y a los pobres del mundo, a mí, por gris que sea, que no digo que sea el caso de Herrera, que no lo sé, me vale: es decir como Chaves, más o menos, y su barbacoa
ResponderEliminarSaludos blogueros
A mi lo que más me fastidia es el argumento. No estamos hablando de un actor de cine, estamos hablando de un político, de un gestor de lo público. A mí qué me importa que sea famoso o no.
ResponderEliminarHombre si son reconocidos y famosos que todo el mundo sabe quiénes son tiene sus ventajas e inconvenientes. La ventaja es que a lo mejor la gente simplemente lo vota por conocerse la jeta, sin tener ni puñetera idea de su gestión política, y el inconveniente es que si pegan el porrazo es más sonado como aquella película de Humphrey Bogart: "Más dura será la caída". Saludos.
ResponderEliminarYo me apunto a tu visión de lo que debe ser la fama....
ResponderEliminarEs mejor que te arruinen mientras te cantan por soleares y sevillanas jeje, si ejj queee...nivelazo, oiga.
ResponderEliminarA mi dame gestores aburridos,sosos,honrados,capaces e integros, y que se quede el tal Oscar López como tertuliano de "La noria" con Revilla, o de friki al uso en el "Sálvame" de otro socialista muy divertido y "saleroso" , llamado Jorge Javier Váquez.
ResponderEliminarDa grima esta gente, la verdad.
Qué nivel...qué indigencia intelectual.
Rafa, Navegante, Maribel y Natalia, creo que estamos todos de acuerdo en que, en todo caso, que el candidato sea conocido para aprovechar su tirón, es un problema del partido que lo presenta, pero no un arma de crítica para el candidato que desea desbancarle.
ResponderEliminarPor un simple silogismo, si el presidente actual es desconocido y vuelve a ganar, qué debe pensar el contrincante, que ni aún así es capaz de vencerle.
En fin y en resumidas cuentas, que me parece que como su argumento principal sea este, lo tiene crudo, porque tener que agarrarse a esto es que ellos mismos lo dan por perdido,
¡Hola!
ResponderEliminarHoy en día por decir se dice hasta que un candidato calvo tiene menos posibilidades de ser elegido que uno "con melena" (lo dijo El Mundo a propósito de Rubalcaba como sucesor de Zapatero comparándole con Aznar). Y si juntamos todos los argumentos de los políticos en esta campaña se podría escribir el Gran Libro de los Despropósitos.... Paciencia Trecce, paciencia...
Besos.AlmaLeonor
¡Qué remedio!, Alma
ResponderEliminarYo confio mucho en la juventud. Sean ellos los que tomen la iniciativa. Ahora que parece que algo se mueve vienen los que dicen que estan orquestados, dirigidos, manipulados. Todo debe ser regenerado. Los políticos calvos o con melenas, un tiempo, no muy largo, luego el cambio. Se han de terminar las dinastias sean de sosos, marchosos, alegres o deprimidos. Saludos
ResponderEliminarYo, en estos asuntos, no confío en nadie, mi fe se fue por la alcantarilla.
ResponderEliminarPero qué ganas de querer dirigir. Para mí todo aquel cuya aspiración en la vida es ser concejal, alcalde, diputado o presidente de un gobierno, es persona sospechosa.
No confío ni en este, ni en ese, ni en aquel.