lunes, 9 de febrero de 2015

LAS AVENTURAS DE TOM SAWYER

Tom (Tommy Kelly), vive con su tía Polly (May Robson) junto a sus hermanos Mary (Marcia Mae Jones) y Sid (David Holt).
Es un niño travieso, al que no le gusta la escuela y cuando tiene la menor ocasión hace novillos para ir a jugar o a bañarse al Mississippi con su amigo Huck Finn (Jackie Moran), a veces les acompaña el pequeño Jim (Philip Hurlic), un esclavo de color que sirve en casa de la tía.
Debido a su carácter, Tom siempre está recibiendo regañinas de la tía Polly, en una de las ocasiones, tras haber sido castigado injustamente por una travesura cometida por su hermano, Tom se escapa de casa con Joe Harper (Mickey Rentschler) y Huck Finn para vivir durante unos días lejos de casa, en una isla del río, mientras todo el pueblo les busca, hasta que ellos aparecen cuando se está celebrando su funeral.
Una noche en que Tom y Huck han ido al cementerio para poner en práctica un viejo conjuro, presencian el asesinato del médico de la localidad que está robando un cadáver, tarea para la que se ha confabulado con un viejo borracho llamado Muff Potter (Walter Brennan) y con el indio Joe (Victor Jory). Esta situación tendrá consecuencias en el futuro, cuando Potter es acusado del asesinato del doctor por el indio, que en realidad es el verdadero asesino. Tom declara en el juicio para salvar la vida del inocente y el indio, que escapa del juzgado, supone a partir de aquel momento, una amenaza para el niño.


Adaptación de la conocida novela del mismo título escrita por Mark Twain, que retrata la vida en una pequeña población ribereña del Mississippi, en la que el gran autor rescata recuerdos de su infancia para plasmarlo con maestría en un relato cargado de humor y añoranza.
La película traslada casi punto por punto el relato a la pantalla y, aunque en líneas generales el resultado es aceptable, hay algunas cosas que no acaban de estar resueltas con acierto.
El film convierte al negro Jim de adulto en niño; Becky Thatcher (Ann Gillis) está bastante desdibujada y no digamos Huckleberry Finn cuyo protagonismo prácticamente desaparece.
A pesar de todo lo dicho, el resultado es una película divertida, muy entrañable y llena de humor y aventuras, posiblemente la mejor versión de la novela de Twain.


Un film que no exime de leer la novela a quien quiera sacar todo el jugo a las descripciones maravillosas de Mark Twain y a su peculiar sentido del humor.
Película de esas que están catalogadas para niños y jóvenes, pero de las que cualquier adulto que sepa verla con esos ojos, disfrutará enormemente.




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