Nelly (Joséphine Sanz) tiene 8 años y acaba de perder a su abuela. Mientras ayuda a sus padres a vaciar la casa en la que su madre creció, explora intrigada el bosque que la rodea, donde su mamá solía jugar de pequeña. Allí Nelly conoce a otra niña de su edad y la inmediata conexión entre ambas da paso a una preciosa amistad. Juntas construyen una cabaña en el bosque y, entre juegos y confidencias, desvelarán un fascinante secreto.
Céline Sciamma nos acerca al sufrimiento de una mujer a través de una especie de cuento con connotaciones oníricas, en el que la niña, preocupada por la situación de su mamá, quiere ayudarla y acaba comportándose como su mejor amiga para ayudarla a pasar el mal trago que atraviesa.
Es una película modesta en su concepción, reparto, ambientación e, incluso, en su duración, que no llega a hora y media. Lo que ocurre en ese bosque que tiene algo de mágico y cómo va revelando al espectador el misterio, logra captar nuestra atención.
Al estar dotada de realismo, la historia fantástica hace que el relato se nos antoje cercano y, sin estridencias ni subrayados, nos vemos sumergidos en esta historia de relación materno-filial, conmovedora y sencilla.
Sencilla y profunda como la propia infancia.
ResponderEliminarConmovedora.
EliminarPoética y metafórica sin subrayados innecesarios. Una pequeña gran película.
ResponderEliminarMuy natural.
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