Cuando Shaun decide tomarse el día libre y divertirse un poco, se encuentra con que va a tener más acción de lo que esperaba. Las trastadas de Shaun acaban por lograr que el Granjero acabe en el hospital, así que Shaun y el rebaño han de viajar a la Gran Ciudad y rescatarle, ya que el pobre hombre padece amnesia y no recuerda quién era, ni que hacía antes de acabar en el centro hospitalario.
Basada en una serie televisiva, está animada mediante la técnica conocida como stop motion (fotograma a fotograma).
Tomando como referencia lo mejor del cine mudo, los personajes no hablan, emiten sonidos, como si farfullaran, por lo que se puede seguir perfectamente sin subtítulos (que no los tiene, ni falta que le hacen) para no perderse detalle de la cantidad de gags graciosísimos que hay a lo largo del film.
La película enfrenta la vida rural con la de la ciudad, pero también hay un claro mensaje sobre la aparentemente aburrida vida cotidiana que echamos de menos cuando nos viene algún revés y entonces somos conscientes de que lo que considerábamos anodino y tedioso, no es sino un espacio confortable, nuestro refugio diario que nos hace llevar una vida placentera y desde luego, nada aburrida, sino cómoda y, si sabemos buscar en ella los placeres de lo cotidiano, incluso divertida y feliz.
Y para los aficionados, no se pierdan las numerosas referencias cinéfilas que hay a lo largo de la película (El silencio de los corderos, Cadena perpetua, El cabo del miedo, Taxi driver...)
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