viernes, 8 de marzo de 2019

EL ORIGEN DEL FÚTBOL FEMENINO EN ESPAÑA

El 31 de mayo de 1914 (en otras fuentes he encontrado el 9 de junio del mismo año), se disputó el primer partido de fútbol femenino en España entre dos combinados que pertenecían al mismo club.
Este club era el Spanish Girl's Club de Barcelona. Uno de los combinados se llamaba El Giralda y el otro El Montserrat, el partido era a beneficio de los enfermos de tuberculosis y fue arbitrado por Paco Bru, uno de los principales valedores del club, además de árbitro y exjugador de fútbol, era el seleccionador español del mítico combinado que se llevó la plata en el la Olimpiada de Amberes de 1920 y llegó a jugar en los dos clubs más importantes de Barcelona: El Español y el Barcelona.
Por desgracia, sobre todo tras la Guerra Civil, aquellos primeros pasos, quedaron en pura anécdota y el fútbol femenino desapareció en España hasta que en los años 70 y 80, comenzaron a aparecer los primeros clubs.
Esta es la crónica que el periódico barcelonés El Mundo Deportivo, hizo de aquel primer partido y solamente con el lenguaje que emplea, plagado de comentarios misóginos, podemos hacernos una idea de la valentía de aquellas chicas para enfrentarse con el panorama de una sociedad intransigente con su afición por el deporte:

Anteayer, en el campo del “Español”, jugóse el primer partido de fútbol entre representantes del sexo débil, que en dicho día se parangonaron con el fuerte. Este partido, cuyos beneficios se destinaban a favor de la Federación Femenina contra la Tuberculosis, era, por su naturaleza, esperado con cierta espectación, siendo presenciado por un público regular y por el capitán general de la región, que acudió con su bella hija Carmen. Las jugadoras estuvieron a la altura que les correspondía, notándose en el comienzo del encuentro bastante azoramiento, que fue desapareciendo hacia el final, en el que, el bando «Giralda», que lucía jersey rojo, consiguió apuntarse dos goals por uno que en la primera mitad, entró el «Montserrat», que lo ostentaba blanco. Esta primera actuación de la mujer en el viril fútbol, no nos satisfizo, no sólo por su poco aspecto sportivo, sino que también porque a las descendientes de la madre Eva, les obliga a adoptar tan poco adecuadas como inestéticas posiciones, que eliminan la gracia femenil. 
Unos días después se repitió el partido y la publicación comentó: El jueves último, en el campo del “Español” y ante escasa concurrencia, celebraron el segundo partido de balompié los equipos femeninos “Giralda y Montserrat”, empatando a un goal. Por segunda vez las niñas futbolistas no convencieron a las personas amantes de lo bello, en todos sus aspectos.



2 comentarios:

  1. Igual que ocurre en el mundo laboral, lo suyo sería que no hubiera liga masculina y liga femenina; tan solo una liga donde cada club pudiera fichar a mujeres y hombres. Ahí se vería lo válido de cada uno. Y sería curioso hacer lo mismo en Baloncesto, Atletismo, Balonmano, etc.

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    1. Al igual que ocurre en categorías inferiores en muchos deportes.

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