jueves, 28 de marzo de 2019

MADELINE'S MADELINE

La primera imagen de lapelícula, nos muestra una escena en lo que parece una sala hospitalaria de psiquiatría en la que la joven Madeline (Helena Howard) se encuentra inmersa en un mundo irreal y alucinante.
Su madre, para ayudarla con sus problemas, que nunca se nos aclara del todo cuáles son, la introduce en el mundo de una prestigiosa compañía teatral, al frente de la cual está una directora ambiciosa, arriesgada y amante de lo experimental, Evangeline (Molly Parker). Si bien la expresión artística desinhibida de Madeline, cautiva a Evangeline, la intimidad discordante pronto lleva a líneas cada vez más borrosas entre el rendimiento artístico y la realidad e intensifica la relación un tanto problemática, entre Madeline y Regina (Miranda July), su madre sobreprotectora.
La película se mueve constantemente entre lo onírico y lo real, de manera que, en ocasiones, al espectador se le hace difícil discernir entre lo real y lo imaginado, que la realizadora subraya por medio de desenfoques que tanto molestan a algunos, pero que no dejan de ser un recurso como otro cualquiera.
No deja de parecer una larga sesión de psicoterapia teatral, en que la protagonista trata de espantar sus propios demonio personales.
Una película en que su directora, la también actriz y performer norteamericana Josephine Decker, nos muestra una vez más, su pasión por lo experimental en un arriesgado ejercicio en el que plantea preguntas sin respuesta y somete al espectador a un constante desafío, al llevarnos fuera de los habituales escenarios y adentrarnos en el mundo de lo impreciso, con una historia que no te va llevando de la mano, sino que te deja en absoluta libertad para que interpretes y obtengas respuestas que, seguramente difieren de las de otros, pero son igual de válidas.


Una película que muchos no aguantarán y pedirán que, por favor, se acabe de una vez, pero que encantará a quienes se deleitan con los experimentos audiovisuales que buscan nuevos estímulos y desafíos.
Magnífica interpretación de la debutante Helena Howard, en un papel en el que creo adivinar que la realizadora le ha dado cancha para la improvisación, en lo que parece un estupendo duelo entre la fuerza y el convencimiento por este tipo de arte de la directora y la explosión interpretativa de la joven protagonista.




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