martes, 24 de noviembre de 2020

EL CARÁCTER DE JOHN FORD

El hombre que dirigió casi 150 películas, muchas de ellas obras maestras, por lo que es considerado por muchos el mejor director de cine de la historia y que abarcó con ellas todo tipo de temas, comedias, dramas, de guerra, históricas, sociales, y por supuesto, westerns con personajes inolvidables, pasó a la Historia por todo ello, pero también por su peculiar carácter. Vamos a referir aquí una anécdota que nos acerca algo a la singular forma de ser de este tipo que una vez, dijo aquello de: “Me llamo John Ford y hago películas del oeste.”
Un día, durante el periodo de la Depresión, un viejo y decrépito sureño, que había trabajado como actor en la época de Ford en la Universal, se acercó al director en los aledaños de su despacho. Aquel hombre era digno de lástima. Su mujer necesitaba desesperadamente someterse a una operación, pero el hospital no la admitía sin un depósito de 200 dólares y el matrimonio no tenía un centavo. A medida que el anciano, presa de los nervios, desgranaba su historia, la abarrotada sala en que se desarrollaba la escena, fue quedando en silencio. Ford, que lo observaba con ojos de terror, iba retrocediendo. Entonces, de repente, se abalanzó sobre el actor y le dio un golpe que lo envió a la otra punta de la estancia y le hizo caer al suelo. "¿Cómo te atreves a presentarte aquí de esa manera?", gritó. "¿Quién crees que eres para hablarme de esta forma?", y, acto seguido, se dirigió a grandes zancadas hacia su oficina.
La sala hervía de indignación; el anciano se arrastraba, tembloroso, detrás de sus pies. El actor Frank Baker, que había asistido a esta desagradable escena, abandonó la estancia hecho una furia. Sin embargo, afuera, se ocultó detrás de un arbusto cuando vio a Fred Totman, el mager de Ford, salir por la puerta, darle al actor un cheque de 1.000 dólares e indicarle al chófer de Ford que lo llevara a su casa. Allí aguardaba una ambulancia. Se trajo a un especialista de San Francisco para llevar a cabo la operación. Algún tiempo después, Ford compró una casa para la pareja y les pasó una pensión durante el resto de su vida.
"He tratado de comprender a Jack (John Ford hacía comenzado su carrera artística con el nombre de Jack Ford y así le seguían llamando algunos de los más cercanos) desde el día en que nació, pero nunca he podido", exclamó su hermano Francis Ford cuando oyó la anécdota de Baker. "La clave está en que, si aquel actor hubiera seguido hablando, la gente se hubiera dado cuenta de que Jack es un blandengue. No hubiera soportado escuchar toda la historia sin venirse abajo. Ha creado toda esa leyenda sobre su dureza para ocultar su ternura."



12 comentarios:

  1. Un mal carácter puede esconder un corazón de oro.

    Saludos.

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  2. Probablemente fue un tímido agresivo, aunque son más los testimonios que lo ponen a parir que no quienes creyeron ver su lado tierno. En todo caso, alguien capaz de filmar una película como "El hombre tranquilo" está claro que debía de ser, en el fondo, bastante sensible.

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    1. Como dice un amigo que se dedica a estas cosas de la escena: La gente de la farándula es complicada. A lo que respondo: Igual que todos.

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  3. Está visto, que no podemos juzgar a nadie a la ligera, porque puede ser muy diferente a lo que aparenta, si nos atenemos a la primera impresión. Y el caso de John Ford lo demuestra.

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  4. A john Wayne lo trataba a patadas. No hacía más que insultarle en los platós y decirle lo pésimo actor que era, y eso que ya era una estrella. Pero lo quería como a un hijo.
    En mi opinión, el mejor director de la historia.

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    1. En efecto, así era con Wayne y, sin embargo este lo tenía por más que un amigo, algo habría debajo de aquella fachada.

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  5. Hola Trecce!
    Supongo que estamos ante una de las figuras mas importantes de la industria del cine. Su persona ha dado para bastantes libros y debió de ser un tipo de lo mas interesante. Esa historia no la conocía, gracias por traerla
    Saludos!

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  6. Qué bonita historia; no la conocía.

    En algún libro sobre Ford, si no recuerdo mal, leí anécdotas parecidas.

    Si te gusta Ford, Lindsay Anderson escribió un libro muy agradable sobre su cine: "Sobre John Ford: estudios y conversaciones". Yo lo recomiendo siempre. No es nada sesudo, descuida; es muy agradable de leer y, además, el autor estaba en contra (lo dice claramente) de esa prosa académica que se escribe sorbe cine, tan árida.

    Marcos M.

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