lunes, 2 de noviembre de 2020

LOS VIAJES DE SULLIVAN

 


Obsesionado con la idea de rodar una película sobre la miseria y el sufrimiento, el director de cine John L. Sullivan (Joel McCrea), que hasta entonces ha dirigido películas complacientes, convence a los ejecutivos del estudio para que le permitan recorrer el país disfrazado de vagabundo, con tan solo diez centavos en el bolsillo, con el fin de experimentar la pobreza de primera mano antes de empezar a rodar. Después de trabajar como peón para una viuda que espera de él algo más que cortar leña, huye de su casa, pero el camión que lo recoge lo lleva de vuelta a Hollywood. Sintiéndose completamente frustrado, Sully entra en una cafetería, donde conoce a una actriz rubia, que, entusiasmada con su proyecto, decide acompañarlo en su aventura.


La película transita por varios géneros o subgéneros cinematográficos que van desde el slapstick (todas las escenas del autobús y la persecución en pos de Sullivan), hasta el drama románticos, pasando por secuencias de drama carcelario, cine social, acción, sátira (sobre el mismo cine o los matrimonios para obtener ventajas fiscales) e incluso el melodrama o el crimen. Durante la primera parte, parece que la narración nos va a llevar por una determinada senda, hasta que llegado un punto, el guión da un giro y aquello se pone algo más serio para adentrarnos en el mundo de los abusos y maltratos carcelarios, desembocando, al final, en la verdadera esencia del mensaje que pretende transmitir el film.


La principal crítica que ha recibido este film de 1941, es el tratamiento pretendidamente frívolo que hace de la pobreza. Es cierto que hay escenas que así pueden sugerirlo, como cuando los dos protagonistas son acercados a bordo de un coche de alta gama, hasta el lugar donde se apiñan los vagabundos que van a tomar en marcha el tren de mercancías y otras similares, que se convierten en escenas en las que conviven el tono humorístico con la pobreza y desolación que estamos contemplando en pantalla, pero yo pienso que, al menos de manera voluntaria, no es banalizar la situación de los sin techo, lo que pretende Preston Sturges, el verdadero objetivo de la película, como queda de manifiesto en la dedicatoria inicial y en la magnífica escena en que presos y gente de color mezclados, contemplan una película de dibujos animados (con Pluto como protagonista), es poner de relieve el carácter casi terapéutico y sanador, de la risa en tiempos difíciles. Ello no quita para que la película se convierta también en todo un documento que retrata la situación de un ingente número de personas que, en un país rico y opulento, no tienen para comer, como ocurría en Norteamérica durante la recesión. 
La película está rodada con mucha destreza y tiene multitud de planos magníficos, muchos de ellos merecedores de un análisis que haría interminable este comentario, lo que no obsta para que tenga numerosos fallos de guión que solo la pericia de Sturges y el contrapeso de esas otras escenas maravillosas, hace que pasemos por alto.


A pesar del tono desenfadado, de la pretendida frivolidad y de esos evidentes fallos de guión, la película de Sturges, pienso que logra transmitir su mensaje y poner de manifiesto la situación desgarradora de los colectivos vulnerables, sin renunciar a ese mensaje de esperanza con la risa como remedio, quizá pobre, pero necesario.
Como curiosidad, decir que Veronica Lake, la coprotagonista femenina, no es que estuviera embarazada, es que estaba embarazadísima. De hecho, la película se acabó de rodar en julio, y ella dio a luz en agosto y, para tratar de disimular su estado, mi admirada Edith Head hizo un magnífico trabajo en el diseño de vestuario que consigue su objetivo en la mayoría de los casos, aunque no puede evitar que, sobre todo cuando ella va disfrazada de vagabunda, se note bastante su barriguita.




4 comentarios:

  1. Hola Trecce!
    La tengo bastante fresca, tu reseña me ha parecido muy acertada. Siento debilidad por Veronica Lake, no tenia ni idea de que estuviese embarazada. Por cierto, lo de Edith Head es para resaltar, si es que aparece en todos los títulos de credito!
    Saludos!

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    1. Fenomenal el trabajo de vestuario de Edith Head y Verónica Lake, tan guapa como siempre.

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  2. La película es una maravilla. Muy bien para verla en esta época (bueno, y en todas las épocas).

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