martes, 4 de septiembre de 2012

MEMORIAS DE UN SOLTERÓN

Tras los primeros capítulos, en los que la autora nos relata la forma de pensar sobre el matrimonio del protagonista masculino, que no concibe las ataduras de la vida conyugal, pasamos al verdadero meollo de novela y no es otro que exponer las tesis de la autora sobre la condición social de la mujer de su época (la novela se escribe en la última década del XIX) y más concretamente sobre esas señoritas de las clases medias y altas, educadas para el matrimonio y la vida de hogar.
La protagonista, Feíta Neira (diminutivo nada complaciente, como dice la autora, de Fe), decide buscar su independencia, ella misma ha sido forjadora de su cultura mediante la impenitente lectura de todo lo que caía en sus manos, ya que su padre se negó a enviarla al instituto, así que se busca clases en domicilios de gente acomodada para ganarse unos "durillos" y poder mantener su independencia, sin tener que depender de los hombres.
Cabe recordar que Emilia Pardo Bazán, siempre se alineó en las filas de los católicos y de los conservadores cuando se trataba de cuestiones doctrinales o morales: Hay que reconocerle el haber sabido compaginar, de un modo más inteligente que sus colegas masculinos, la vanguardia artística incluso en sus aspectos ideológicos, con una postura coherente con su credo religioso. Y, en efecto, las ideas de Pardo Bazán quedan perfectamente mostradas y demostradas en el personaje de Feíta, unas tesis de un feminismo edulcorado, rompedor en cuanto a los aspectos más superficiales de las costumbres sociales de la época pero no rompedor, en absoluto, del porqué de esas costumbres, esto es, de los aspectos morales y religiosos. Por eso crea en Feíta un personaje sin ninguna de las tachas que los enemigos de las mujeres independientes achacaban a estas, incluso hace que su femineidad vaya en aumento a medida que se independiza.
Siendo muy relevante, el interés principal de la obra no es la tesis que nos presenta la autora, pues ya la hemos visto en otros autores del XIX, sino la manera de plantearla y el hecho de que sea una mujer quien lo haga. De cualquier modo, resulta fácil de leer, más teniendo en cuenta que es una obra breve.

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