lunes, 10 de septiembre de 2012

ELLOS Y ELLAS (GUYS AND DOLLS)

Nathan Detroit (Frank Sinatra) regenta lo que en el argot se conoce como un garito flotante, no quiere decir que el tugurio esté asentado sobre el agua, sino que su negocio va cambiando de ubicación. Los jugadores buscan a Nathan porque saben que él organiza partidas y él, para evitar el largo brazo de la Ley, busca cada vez un local nuevo donde establecer su timba.
Sin embargo, el teniente de policía Brannigan (Robert Keith) está dispuesto a pillarle esta vez y ha apretado las tuercas hasta tal punto que Nathan no encuentra quien esté dispuesto a correr el riesgo de alquilarle su local. Únicamente encuentra un garaje, pero quieren cobrar por adelantado y nada menos que mil dólares.
Nathan se encuentra sin dinero y lo necesita urgentemente, ya que en ese momento hay muchos jugadores con dinero en Nueva York pero, si la partida se retrasa, se acabarán marchando, así que aprovechando que se encuentra en la ciudad Sky Masterson (Marlon Brando), un tipo conocido por sus arriesgadas apuestas, decide apostar mil dólares con él a que no consigue llevarse a La Habana a la puritana Sarah Brown (Jean Simmons), una sargento del Ejécito de Salvación que está en la misión del barrio en busca de pecadores arrepentidos.

 
Dentro de la extensa obra de Joseph L. Mankiewicz, puede que esta sea su película más peculiar, con un argumento bastante más elaborado que el clásico musical, sin embargo se mueve dentro de los parámetros de género, aunque contiene cierta agudeza e interés en alguno de los diálogos marca de la casa.
Rodada íntegramente en plató, con mucho decorado de cartón piedra que tiene cierto encanto y una estética bastante moderna en alguna de sus coreográfias, apuntando ya a lo que serán los musicales de la siguiente generación más que a los anteriores de Kelly o Astaire. En algunos momentos la peli se puede hacer un poquito larga (dura dos horas y media), pero a pesar de los pesares, mantiene bastante bien el ritmo.

 
Película simpática y con pasajes divertidos, donde lo mejor de todo es ver a Vivian Blaine, a Frank Sinatra en su personaje de ganster sin malicia, a la dulce Jean Simmons y la auténtica rareza de contemplar a Marlon Brando en un registro totalmente diferente al que nos tiene acostumbrados, cantando (no sé si doblado) y bailando y más elegante y seductor que nunca.

 
 
 

8 comentarios:

  1. Sinatra tiene un papel muy divertido y como dices es chocante ver a Marlon Brando en una película tan distinta a los papeles que solía hacer, a mí me gustó mucho (hace siglos que no la veo) y también otra que se llama "Mi hermana Eileen" con Janet Leigh.

    ResponderEliminar
  2. Trecce yo creo que sólo por las estrellas que intervienen en esta película ya merece la pena verla. Siempre que suena el nombre de Jean Simmons me viene a la cabeza el papel que interpretó junto a Kirk Douglas en "Espartaco".

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que estaba muy guapa y la interpretación, soberbia, como siempre.

      Eliminar
  3. ¿M.Brando saliendo se de su perfil? ¿Y me lo he perdido?, valla. Pues no me quedo con las ganas y me buscaré la vida para ver a este maestro hacer algo a lo que no nos tiene habituado ver.

    En la película ya hay grandes estrellas... y un reparto de lujo.

    Amor y juego en un musical con los grandes, sin duda tiene que ser una gran película.

    Saludos Trecce.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo malo del film es que es un poco largo, pero ver a estos tipos siempre es agradable y con la rareza de Brando fuera de lo habitual.

      Eliminar
  4. Estaba buscando información para presentar esta obra que están representando en Madrid el Grupo El Tercer Acto del colegio Menesiano en mi blog y me ha parecido una entrada interesante. He redireccionado en mi blog para que puedan verlo.
    Un saludo,
    La cocina de Mar
    htpp://la-cocina-de-mar.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar