miércoles, 14 de marzo de 2012

EL CRACK

Germán Areta (Alfredo Landa) un expolicía que trabaja como detective privado, recibe el encargo de buscar a una chica que desapareció hace años sin dejar rastro. Areta descubre que el padre (que es quien le ha encargado el trabajo) la obligó a abortar en Londres y que, posteriormente, la joven trabajó como prostituta de lujo. Al tiempo, alguien desde arriba, mueve los hilos para obligar al detective a dejar el caso.
Un argumento del más clásico cine negro, género al que Garci rinde homenaje y algo más (la peli está dedicada a Dashiell Hammett, toda una declaración de intenciones y una pista de las fuentes y gustos del realizador), pero mirando a través de un prisma costumbrista que le sirve para dar una pátina local a aquellos clásicos norteamericanos con los que Garci creció en las salas de cine.

Muchas de las constantes del cine de José Luis García Muñoz están en este film: Su manera pausada, el regusto literario y esa mirada melancólica y agridulce que está presente en muchos de sus films. Además, como también ocurre en otros, con un buen retrato social del momento, en este caso, de los primeros años de la llamada transición española.
Garci, además de director y guionista, es un aficionado al cine, como podamos serlo cualquiera de nosotros (salvando las posibles distancias) y a otras cosas, algo que suele reflejar en sus pelis (el fútbol, por ejemplo). En este film, el realizador madrileño nos muestra algunos de estos gustos personales: El boxeo (tan ligado al noir), la radio y el propio cine, al que rinde homenaje retratando algunas de las salas madrileñas, todas ellas historia pasada (por desgracia), cuyos nombres inolvidables desfilan en la pantalla: Royal, Rialto, Ideal, Rex (junto al hotel, de entrañables recuerdos para mí), Capitol (donde creo que estuve alguna vez), Imperial (junto a los Almacenes SEPU)... Las imágenes forman parte de una serie de planos del Madrid de los primero ochenta que Garci retrata con cariño y delicadeza en una maravillosa serie fotográfica que va salpicando a lo largo del metraje.
Y el boxeo, como decía. Muchas escenas están rodadas en el Frontón Madrid, en uno de cuyos espacios comerciales, Garci situa a un barbero a la antigua usanza, permitiéndose una licencia con la que homenajea de verdad a las pelis de ganster, haciendo que el protagonista vaya allí a afeitarse a navaja, cuando en aquellos años, aquello ya era historia. El peluquero larga monólogos interminables sobre sus años en Nueva York y los combates que presenciaba en el Madison.

La peli tiene un comienzo impactante (el realizador sabe cómo atraparnos), con una escena que parece calcada de Harry el Sucio, pero que está muy bien adaptada, no como en esas ocasiones en las que sientes vergüenza ajena.
En general, el ejercicio de estilo que lleva a cabo el realizador, alcanza gran nivel. Los diálogos están muy bien, sirviendo a veces para carectizar a los personajes y, en más de una ocasión, a darle al film un tono humorístico muy logrado, como esa escena en la que el gran José Bódalo les pregunta a los polis que le acompañan (uno de ellos Rafael Álvarez "El Brujo") si han oído hablar de Kipling y ellos responden: ¿Es uno de estupefacientes?
La historia, en general está muy bien narrada, sabiendo mezclar a la perfección las dos partes que se entrecruzan, la sentimental (por llamarla de algún modo) y el relato policiaco.

Un gran trabajo de Alfredo Landa y de Miguel Rellán y un desfile de maravillosos secundarios. Muy buena también la música de Jesús Glück.
Una última parte, que se corresponde con el viaje de Areta a EE.UU., en la que el film alcanza su climax y se atan todos los cabos de lo que hemos ido viendo anteriormente, que está muy bien resuelta.
Para mi gusto, una de las mejores (si no la mejor) cintas de Garci y entre lo mejorcito del cine español de todos los tiempos.




12 comentarios:

  1. Trecce esta película española me gustó mucho, ya que pudimos ver a un genial Alfredo Landa interpretando un papel al que no nos tenía acostumbrado.

    Un abrazo amigo.

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    1. Todo un hallazgo y una apuesta valiente de Garci, mucho antes de "Los santos inocentes"

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  2. A mi también me extrañó bastante el papel de Alfredo L.
    De Garci me gustó mucho también: Volver a empezar y el abuelo.
    Alfredo L. también hizo con Graci las verdes praderas.
    Saludos Trecce.

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    1. Como alguien dijo, con el fin del "landismo", España perdió un género y ganó un actor.

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  3. A mi me parece sin duda, la mejor película de Garci.
    Landa esta inmenso, hierático, contenido,con esas miradas que lo dicen todo y que no necesitan una sola palabra que las acompañe.
    Luego hay uan galería de secundarios extraordinaria, como el barbero aficionado al boxeo que narra sus "inventados y soñados" viajes a NY, el personaje de EL MORO,encarnado por Rellán con solvencia...

    Cine negro a la española con los tics de directores a los que tanto admira Garci -un extraordinario cinéfilo-, envuelto en humo de cigarrillos, billares y cafés solitarios.

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    1. La peli, está muy bien, en general.
      En cuanto a los actores, que también lo hacen fenomenal, destaco (por mencionar alguno) a Rellán que hace un gran trabajo, comparable, salvando las diferencias, al de "El bosque animado".

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  4. Así demostró que valía para mucho más que correr detrás de las suecas.

    Prefiero Las Verdes Praderas, pero también me gustó, le echo de menos.

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    1. Estaba esperando a que alguien le diera los papeles para demostrar que sabía hacer algo más que gansadas.

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  5. Alfredo Landa era ya un buen actor antes de El Crack. No es necesario un papel serio para agrandar a un actor. Si alguien lo recuerda, Landa hizo una interpretación magistral en 1979 Paco, el seguro (Didier Haudepin).Todos los aficionados al negro tiene Salamanca negra. Ver el programa.

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    1. Por supuesto que lo era, Manuel, un actor como Landa, con tantas pelis a sus espaldas (aunque fueran en su papel que dio nombre al subgénero), no es capaz de cambiar de un día para otro si no lo lleva dentro.

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  6. Se me olvidaba señalar un aspecto muy importante en la filmografía de Garcí, y es la omnipresencia de Horacio Valcarcel como coguionista.

    Saludos.

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    1. Bien apuntado, Natalia. Horacio Valcarcel, amigo de Garci y magnífico guionista. Concretamente en este film, el guión es magnífico.

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