La fracasada operación en Dieppe ofreció muchas enseñanzas a los aliados, entre otras poner de manifiesto que, cuando se produjera el definitivo intento de invasión en Europa, iban a tener un problema ya vaticinado por Lord Mountbatten: La falta de puertos donde desembarcar la gran cantidad de suministros necesarios para consolidar los primeros avances. Una solución era capturar un puerto lo suficientemente grande, lo cual sería una operación muy costosa en vidas, la otra era construir un puerto artificial. Expertos británicos, canadienses y estadounidenses estudiaron el problema e hicieron sus sugerencias, naciendo así los puertos artificiales "Mulberry" que harían posible el desembarco de cientos de miles de hombres, material y equipo los días posteriores al Día-D.
La instalación de los Mulberries no podía hacerse desde el primer día de la invasión porque eso entorpecería las operaciones militares. Pero a partir del Día-D+1 era necesario darle a las lanchas de desembarco algún tipo de protección contra las olas. Lo único que se podía hacer era crear rompeolas que obviamente no podrían ser hechos con rocas, que es la forma habitual de construcción. En su lugar se emplearon cientos de barcos obsoletos, deteriorados o irreparables que fueron, en unos casos llevados con sus propias máquinas y en otros remolcados y finalmente hundidos en los lugares asignados. Los rompeolas fueron llamados Gooseberries (plural de Gooseberry) y fueron colocados en cinco lugares: Varreville, Saint-Laurent, Arromanches, Courseulles y Ouistreham.
Los puertos artificiales recibieron el nombre de Mulberry por la similitud de su geometría a una mata de moras, estaban integrados por grandes bloques de hormigón en forma de caja (llegaban a pesar seis mil toneladas) que formaban diques flotantes de atraque en las zonas en las que había calado suficiente para los buques y que se conectaban con la costa a través de calzadas flotantes formadas por grandes estructuras metálicas, todo ello transportado desde Inglaterra atravesando el Canal de la Mancha.
Se montaron dos Mulberries, uno frente a la playa de Omaha y otro frente a la de Gold. Fueron bautizados como Mulberry A y Mulberry B respectivamente. El primero fue barrido literalmente por una tempestad. Todas las salidas de Omaha quedaron obstruídas y en alta mar se habían perdido más de tres kilómetros de muelles articulados de acero que estaba siendo remolcados desde Inglaterra cuando se desató la tormenta.
El Mulberry B, salió mejor parado porque estaba protegido por bancos de arena y, según los británicos, porque los Gooseberries que colocaron ellos, lo habían sido con mucho más cuidado que los que colocaron los americanos en el otro. Al final algunos mandos calificaron los puertos Mulberry como un fracaso y el mayor derroche de acero y mano de obra de la Segunda Guerra Mundial.
El Mulberry B había comenzado a montarse en la costa de Arromanches después de que la localidad fuera liberada por los aliados el 6 de junio de 1944 por la tarde. El 8 empezaron los trabajos y entró en funcionamiento solo seis días después, estando operativo el resto de la guerra. En la gran ofensiva sobre Caen que tuvo lugar a mediados de julio, llegaron a desembarcarse a través de él cada día más de 18.000 toneladas de mercancías. En esos momentos, era el puerto con mas tránsito del mundo en términos de volumen.
Hola Trecce!
ResponderEliminarSiempre me resultan interesantes estas entradas de temática bélica, ademas acabo buscando mas información sobre los hechos que nos cuentas.
Lo dicho, un placer estos posts, saludos!
Están escritas hace mucho tiempo aunque las publique ahora y seguramente, me ocurrió lo mismo que a ti, leí algo al respecto, busqué información y cuando la tenía recopilada, me daba un poco de pena perderla y se convirtió en una entrada para el blog.
EliminarGracias por tu interés.