La protagonista es Laura Valero, una atractiva mujer barcelonesa de cuarenta años, felizmente casada, que narrará sus experiencias en el mundo del bondage y la sumisión, una experiencia que comparte con su marido, Rodrigo, que comprende que necesita asesoramiento de alguien con más experiencia y, tras una breve búsqueda, Laura encuentra a la persona ideal: el maestro Yuko, anciano japonés afincado en Barcelona y experto en «kinbaku» (el arte nipón de la atadura erótica), que acepta tomar las riendas de la educación de Laura.
A través de los correos electrónicos que se intercambian y que constituyen la mayor parte de la novela, asistimos a la relación entre la sumisa y su maestro hasta que llega la hora del encuentro final.
Las descripciones están bastante idealizadas, es como si el autor, el cubano Juan Abreu, estuviera retratando arquetipos (la sumisa, el amo y el maestro) y situaciones que se antojan idealizadas y suponemos que alejadas de la realidad que, seguramente, será bastante más pedestre.
El camino de la sumisión se presenta como una vía de autoperfección para lograr la liberación personal a través de la entrega sin condiciones. En fin, es una forma de verlo y sus defensores siempre dirán que esta esclavitud voluntaria no es lo mismo que la forzosa. Cada cual tiene sus teorías.
Bueno, no deja de ser una novela un tanto excéntrica, pero muy curiosa. ya que si hay sumisión, la liberación o no existe, o es un tanto atípica y circunstancial.
ResponderEliminarEs una manera un tanto peculiar de entender la liberación.
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