Benjamín Espósito (Ricardo Darín) es oficial de un Juzgado de Instrucción de Buenos Aires recién retirado. Obsesionado por un brutal asesinato ocurrido veinticinco años antes, en 1974, decide escribir una novela sobre el caso, del cual fue testigo y protagonista. Reviviendo el pasado, viene también a su memoria el recuerdo de una mujer, a quien ha amado en silencio durante todos esos años.
Ese caso es la brutal violación y asesinato de Liliana Coloto (Carla Quevedo). Además del dolor extremo del esposo de la víctima, Ricardo Morales (Pablo Rago), Benjamín, su asistente Pablo Sandoval (Guillermo Francella) y la entonces recién contratada jefa del departamento Irene Menéndez-Hastings (Soledad Villamil) se vieron personalmente afectados por el caso, ya que Benjamín y Pablo investigaron al asesino, de ahí la razón por la cual el insatisfactorio cierre del caso siempre les ha molestado. A pesar de que el departamento ya tenía otros dos sospechosos, Benjamín y Pablo finalmente estaban seguros de que un hombre llamado Isidoro Gómez (Javier Godino) es el verdadero asesino.
Intenta hablar con los actores clave del caso, más específicamente con Irene, que todavía trabaja en el departamento de justicia y a quien siempre le atrajo pero nunca lo manifestó debido a las diferencias en sus edades y clases sociales. El otro problema es que Gómez todavía está en libertad, nadie sabe si está vivo o muerto.
El guión se basa en la novela "La pegunta de sus ojos", de Eduardo Sacheri, también coguionista del film junto a Juan José Campanella.
Entre los muchos premios que obtuvo la película, destaca el Oscar a la mejor película de habla no inglesa.
Estupendo film del argentino Juan José Campanella que se soporta en un sólido guión y en un estupendo trabajo de actores, con diálogos sobresalientes y salpicado de algunas gotas de humor que ayudan a distender un poco la tensión de la historia que, a su vez, merced a giros, casi siempre procedentes del pasado que se nos muestra a través de flashbacks, mantiene muy bien la intriga que marca uno de los principales intereses del film.
El otro es la historia de amor peculiar que viven Benjamín e Irene, un amor latente que siempre queda en el estadio inmediatamente anterior a su eclosión debido a los miedos del protagonista masculino, no queda muy claro si es por miedo al compromiso o por las diferencias de clase y edad que existe entre ambos.
En el trasfondo, la situación de la Argentina del momento (1974) cuando se produce el crimen, que no aparece en primer plano en la narración, pero siempre está latente y es la que explica algunos de los acontecimientos que dan lugar a que la historia tome los derroteros que toma, entre ellos, los más evidentes, la corrupción y la manipulación de la justicia en favor de determinados intereses.
Para acabar de redondear el resultado final, está muy bien realizada, con planos realmente maravillosos y bien estudiados de gran nivel artístico y técnico. Por señalar un par de ellos, el espectacular plano secuencia del estadio de fútbol, cuando Benjamín y su amigo y compañero Sandoval, localizan y persiguen al criminal; y otro, lleno de poesía, técnicamente perfecto y que sabe emplear de modo artístico algunos de los recursos que ofrece el cine, es el momento final de la despedida en la estación, no el que se ve al comienzo del film (que también está muy bien hecho), sino el que aparece a los 95 minutos, con Darín mirando desde el último vagón e Irene reflejada en los cristales, sobre el andén con sus sueños de futuro rotos.
Gran película, buena historia, interpretaciones de alto nivel y estupenda realización. Para disfrutar.
De acuerdísimo contigo. Llegué a escribir algo al respecto http://tigrero-literario.blogspot.com/2017/10/el-secreto-de-sus-ojos-el-golazo-del.html
ResponderEliminarA mi me parece una gran película.
EliminarEs LA primers vez que Leo tu blog,es an mi opinion,LA Blblia perfecta de in gran cinefilo,saludos,
EliminarMuy amable, pero algo excesivo, no es para tanto. De cualquier modo, gracias.
Eliminar