Gabriel Araceli, repuesto de las heridas recibidas en la jornada madrileña del 2 de Mayo, es llevado por la trama novelesca a Andalucía, donde tiene ocasión de tomar parte en esta famosa batalla de la Guerra de la Independencia en la que los improvisados ejércitos de Castaños y los «garrochistas» andaluces derrotaron e hicieron capitular a los ejércitos franceses del general Dupont.
A pesar del protagonismo del conflicto bélico, Galdós no se despreocupa de sus protagonistas y así seguimos los asunto del joven Araceli y sus amores con Inés.
Tras sobrevivir al fusilamiento a que fue sometido en Madrid, se recupera en casa de doña Gregoria y su marido, Santiago Fernández —conocido en su barrio como el «Gran Capitán»—. Ellos serán los encargados, entre toques irónicos y humorísticos, de ponernos al día de los últimos lances en el enfrentamiento entre las tropas francesas y quienes les hacen frente. Sin embargo, el principal interés de la escena doméstica es la participación en la charla de Santorcaz, figura enigmática que alcanzará un peso importante en el desarrollo posterior de la novela. Con él viajará Gabriel a tierras jiennenses, un trayecto que Galdós convierte en una especie de homenaje a Cervantes y su Don Quijote, pues Santorcaz, como atrapado y enajenado por el paisaje manchego, cree verse en Austerlitz, batalla en la que, según él, participó. El viaje seguirá en compañía del muchacho Andresillo Marijuán y del Mayorazgo don Diego, heredero de la Condesa de Rumblar, mediante los que Galdós enlaza con la antigua trama.
Al tiempo, el autor intercala de cuando en cuando breves retazos de lo que está suponiendo el enfrentamiento entre el antiguo y el nuevo régimen, quienes defienden las ideas tradicionales y aquellos que aspiran a unirse a la modernidad de los tiempos y que constituirá alguna de las líneas temáticas de futuras entregas de esta magna obra.
En esta cuarta novela de los Episodios Nacionales, se rememora pues, con detalle, la derrota del bloque enemigo ante un ejército que logró imponer su sentir patriótico frente a la amenaza foránea, la considerada como primera gran derrota de los ejércitos napoleónicos en campo abierto. El rigor histórico y la ficción literaria vuelven a crear una combinación única que continúa dando respuesta a las inquietudes de los lectores deseosos de ver los vaivenes de los enamorados dentro de un contexto beligerante como telón de fondo.
parece interesante por los protagonistas y el momento, como para saber más de todo eso... saludos...
ResponderEliminarGaldós lo plantea de forma muy amena.
ResponderEliminarLos episodios nacionales deberían ser lectura obligatoria en bachillerato, por lo menos tres o cuatro de ellos, y sustituir así la asignatura de historia en lo que se refiere al siglo XIX
ResponderEliminarNo es mala idea.
EliminarInsistiendo en la idea que introduce CSC, creo que las novelas de Galdós, a pesar de ser novelas, se adaptan más a la realidad histórica que los libros actuales de texto de algunas Comunidades Autónomas.
ResponderEliminarNo hay duda.
Eliminar