lunes, 20 de febrero de 2017

SOSTIENE PEREIRA

Ambientada en Lisboa en 1938, en pleno régimen salazarista. Pereira (Marcello Mastroianni) es un periodista que ha abandonado la crónica negra para dirigir la sección cultural de un periódico de la ciudad, el Lisboa. Es un hombre tranquilo, sin ideas políticas, dedicado sólo a la literatura, a la francesa en particular, y al recuerdo de su mujer, muerta pocos años antes, y con cuyo retrato sigue hablando cada día.
Todo se trastorna cuando un joven, Monteiro Rossi (Stefano Dionisi), le pide un puesto de trabajo. En realidad, Monteiro no le pide un puesto de trabajo, es Pereira quien va a buscarlo tras leer un artículo sobre la tesina de Monteiro... Pereira lo coge a prueba, y le propone escribir unas necrológicas de personajes célebres todavía vivos, escritos anticipadamente de modo que puedan estar listos en caso de muerte del sujeto. Monteiro, en lugar de escribir las imparciales necrológicas solicitadas, escribe otras, por ejemplo las de Marinetti o Gabriele D'Annunzio, en las que les ataca ferozmente por su adhesión al fascismo. Se trata de artículos incómodos, peligrosos por añadidura. Pereira se debate entre el deseo de ayudar a Monteiro Rossi y el de no verse envuelto en las cuestiones políticas enarboladas por el joven.


En los años 60, el escritor italiano Antonio Tabucchi, descubre a Fernando Pessoa y descubre Portugal, el país que le concedió la ciudadanía en 2004 y al que amó tanto como odió al régimen de Salazar.
En 1994 publica su novela "Sostiene Pereira", en la que se basa el guión de esta película, en el que colaboró.
El film narra el viaje interior del personaje protagonista, un oscuro intelectual, conformista con una situación política a la que vuelve la espalda (Ojos que no ven...), pero de la que irá tomando conciencia empujado por algunos de los personajes que le rodean, comenzando por el joven Monteiro Rossi y su novia, pero también por Manuel (Joaquim de Almeida), el camarero del café que frecuenta; por el Dr. Cardoso (Daniel Auteuil) o por el mismo padre Antonio (Nicolau Breyner), para acabar involucrado en la realidad política y social de su país y de la convulsa situación europea y tomando una decisión heroica que arruinará su porvenir profesional, pero que dará a su vida un nuevo sentido.


Con música de Ennio Morricone, cuya canción A Brisa Do Coração interpreta Dulce Pontes, el film es un canto a la lucha por la libertad de las personas sencillas, de la gente anónima que piensa que nada pueden hacer por sí mismos para oponerse a un régimen político que atenaza esas libertades.
Aparte de la historia y el mensaje, a Pereira, la película, la sostiene por encima de todo Marcello Mastroianni en el que sería su último papel. El gran Marcello no interpreta, al menos eso es lo que parece al espectador, porque el actor italiano consigue convencernos de que él es Pereira. La película es una magnífica adaptación de la novela de Tabucchi y merece la pena verla por ella misma, pero sobre todo, por disfrutar de Mastroianni y su impresionante interpretación.




2 comentarios:

  1. Esta es una de las pocas veces que, además de la novela del profesor Antonio Tabucchi, brilla también con luz propia la película. Claro que Mastroianni es mucho Mastroianni.
    Saludos

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    1. Don Marcello ofrece una lección magistral de interpretación.

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