sábado, 13 de diciembre de 2014

NIEBLA

El desafío novelesco de Unamuno, va más allá de los meros juegos narrativos o formales y se dirige expresamente al contenido, a las ideas y verdades con las que un hombre debe encararse.
El inicio de la novela es ya una llamada de atención de que la vida real no es algo previsible o gobernable, sino puro azar, lejos de acontecimientos sublimes, se teje con mil pequeños aconteceres cotidianos, la vida es una nebulosa. Augusto sale de casa, observa la lluvia  y siente cierto disgusto por tener que desplegar el paraguas. La vida no participa de la belleza ideal, sino que el hombre se ve impelido a transitarla con sentido práctico.
El autor pone en boca de los distintos personajes, otras tantas visiones del concepto de amor, hasta vaciarlo de todo sentido ideal o metafísico y convertirlo en una mera convención social, pragmática, del matrimonio. Lo que dicen los personajes, lo dice el propio Unamuno, que gusta de la paradoja como acicate intelectual y vital.
Defiende Unamuno la verdad suprema que al hombre le interesa conocer: "La vida es la única maestra de la vida". El amor novelesco, el del súbito flechazo y desmedidas pasiones, lo califica por boca de uno de los personajes de "tonterías de poeta".
Niebla es una novela digna de relectura, siempre nos depara alguna sorpresa. Como fruto sazonado de su autor, que en ella puso lo mejor de sí mismo, de su alto pensamiento y su desasosegado apasionamiento intelectual y vital.



8 comentarios:

  1. Te ha dado por las NIVOLAS de Don Miguel y es un tema apasionante. Te voya a transcribir lo que Don Miguel decía del personaje de esta nivola = " Cuando me
    negué a indultar de la muerte a mi Augusto Pérez me dijo este: «No quiere usted
    dejarme ser yo, salir de la niebla, vivir, vivir, vivir, verme, oírme, tocarme, sentirme,
    dolerme, serme, ¿conque no lo quiere? ¿conque he de morir ente de ficción? ¡Pues
    bien, mi señor creador don Miguel, también usted se morirá, también usted, y se
    volverá a la nada de que salió!... ¡Dios dejará de soñarle! ¡Se morirá usted, sí, se
    morirá, aunque no lo quiera; se morirá usted y se morirán todos los que lean mi
    historia, todos, todos, todos, sin quedar uno! ¡Entes de ficción como yo, lo mismo
    que yo! ¡Se morirán todos, todos, todos!» Así me dijo, y ¡cómo me susurran, a
    través de más de veinte años, durante ellos, en terrible silbido casi silencioso, como el bíblico de Jehová, esas palabras proféticas y apocalípticas! Porque no es sólo que he venido muriéndome, es que se han ido muriendo, se me han muerto los míos, los que me hacían y me soñaban mejor.
    "

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    1. No es sólo que lo dijera D. Miguel de su personaje (que lo dijo), es que forma parte de esta novela, pues son las palabras que Augusto le dirige a Unamuno cuando va verle a Salamanca y están recogidas en el capítulo XXI de "NIebla".

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  2. Recuerdo que no me apetecía gran cosa cuando me lo impusieron leer en BUP y después resultó que me gustó mucho.

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  3. A mí también me la impusieron en BUP, me gustó pero seguramente si la vuelvo a leer sin la pistola en la nuca la disfrutaría mucho más. Tal vez para estas Navidades.

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    1. Soy ávido lector, quizá por eso, o a pesar de ello, siempre me ha parecido improcedente meter a los estudiantes las ganas de leer a la fuerza y más aún de los clásicos, hay lecturas que no son atractivas para un adolescente de nivel medio. Hay que buscar otros métodos y no la simple y pura imposición que, en tantas ocasiones, logra el efecto contrario.

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  4. yo compré este libro en un rastrillo y me encantó

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