lunes, 26 de mayo de 2014

LA NOVENA COMPAÑÍA (9 ROTA)

En 1988, la Unión Soviética está en su noveno año de conflicto en tierra afganas, un grupo de jóvenes se ha alistado en el Ejército Rojo para ir a combatir en esa guerra sin final.
Durante tres meses recibirán instrucción en un campo de entrenamiento en Uzbekistán, bajo el mando del suboficial Dygalo (Mikhail Porechenkov), un veterano de Afganistán, donde fue herido de gravedad en la cabeza. La máxima aspiración de Dygalo es regresar al frente, pero sus cartas al ministro de defensa siempre reciben una respuestas negativa. Entre tanto, se dedica a entrenar a los jóvenes reclutas con métodos que rayan lo inhumano, incluyendo vejaciones y castigos físicos, está convencido de que esa es la forma de que tengan una posibilidad de regresar indemnes.
Tras la instrucción, los soldados son enviados a territorio afgano, donde serán repartidos en diversas unidades, entre ellas la novena compañía que comanda el brigadier Khokhol (Fedor Bondarchuk), siendo enviados a la colina 3234, su misión es tomarla y establecerse en ella, desde allí dominarán un paso que permite cubrir el avance de una caravana de provisiones.
Durante los primeros días de 1989, cuando las autoridades soviéticas están a punto de ordenar el repliegue total de sus tropas en Afganistán, la novena compañía se verá envuelta en una sangrienta batalla cuando la colina que defiende es atacada por un número muy superior de muyahadines.


La película se basa en hechos verídicos, si bien el guión altera a su antojo muchas de las cosas, no sólo fechas, sino el mismo desarrollo de la realidad, con el pretendido objetivo de dotar de mayor épica a la historia.


En efecto, la novena compañía del 345 Regimiento de la Guardia Aérea, tropas de élite aerotransportadas, protagonizó una acción considerada heroica defendiendo la colina 3234, si bien aquello sucedió el 7 y 8 de enero de 1988, un año antes de lo que indica la película y, mientras en el film sólo hay un superviviente soviético, el soldado Lyutyy (Artur Smolyaninov), en realidad, el grupo soviético tuvo 6 bajas mortales y 28 heridos. Más de 200 muyahadines murieron en el asalto.


El hecho de que los acontecimientos sean retrasados un año en el film, busca dar mayor dramatismo a la acción, puesto que cuando los sitiados son rescatados, ha llegado la orden de evacuación de las tropas soviéticas de Afganistán, con lo que aquello se convierte en un sacrificio inútil.


La película, realizada al estilo de las producciones americanas, contó con un buen presupuesto y medios suficientes para recrear de manera muy realista los acontecimientos: helicópteros, tanques, camiones de transporte, armamento... si añadimos el buen uso de los efectos especiales, lo cierto es que las escenas de combate están bastante bien logradas, transmitiendo al espectador de manera convincente toda la dureza y el fragor de la batalla.


Están cuidados los detalles del entorno, la época y las circunstancias en las que tienen lugar los hechos, algunas cosas que uno conoce un poco por otras circunstancias, me llevan a pensar que se tuvo especial cuidado en recrear bien ese entorno. Por ejemplo, los soldados de la novena, lucen la característica gorra azul celeste de las tropas aerotransportadas y también la "telnyashka", la típica camiseta de rayas horizontales azules y blancas utilizada en principio por los marinos, pero que se generalizó en el Ejército Rojo.


Está adornada con una interesante banda sonora de Dato Evgenidze que se apoya principalmente en un intensivo trabajo de los instrumentos de cuerda, complementado con el sonido de trompetas; la fotografía de Maksim Osadchy, retrata muy bien la luminosidad del árido paisaje. El elenco lo componen un grupo de actores desconocidos, al menos en occidente que, en línea con el resto de la película, trasmite credibilidad a la narración.


Si encontráis por ahí referencias de este film, seguro que en casi todos, os hablarán de sus similitudes con La chaqueta metálica, algo lógico, pues si es cierto que las películas son diferentes en muchos aspectos, no es menos cierto que la estructura de "9 Rota" es igual a la del film de Kubrick: campamento de entrenamiento con duras condiciones de disciplina y presentación de las idiosincrasias de los personajes, con una especie de segunda parte en la que los actores se trasladan al frente y comienza la acción bélica. Hasta ahí las similitudes, pues Kubrick bucea mucho más en las personalidades de los protagonistas y su crítica al conflicto armado es mucho más ácida. Aquí, aunque algunos hablen de film antibélico, en realidad, junto a la censura por algunos comportamientos, hay un claro componente patriótico que está muy presente en los momentos álgidos del film.


Junto al retrato de las difíciles condiciones del día a día de las tropas en un territorio hostil en todos los sentidos, acosados por sectores de la población civil que no dejaba de verles como invasores, el film reivindica el recuerdo de unos hombres que entregaron lo mejor de sí mismo como un servicio a la patria y cuya memoria estaba arrinconada. Uno de los personajes, dice al final de la película que las medallas que les dieron no podían lucirlas, porque se las había dado un estado que dos años después ya no existía y del que la gente quería olvidarse.
Realmente el regreso de estas personas debió ser duro, después de haber vivido las trágicas experiencias de aquella guerra, de haber perdido compañeros, había que borrarlo todo porque el recuerdo de aquello era incómodo. Si todas las guerras son absurdas, el conflicto afgano-soviético, lo fue más aún para los que sobrevivieron.


El film batió todos los records de taquilla en Rusia y significó cierto punto de inflexión, estableciendo parámetros parecidos a los hollywoodenses en el cine ruso.
La película es muy entretenida, los amantes del cine bélico seguro que disfrutan con ella, porque en ese aspecto está muy bien hecha y tiene un ritmo y una espectacularidad muy conseguidos y aún sonándonos todo a algo ya visto, como quiera que otras veces ha sido en el cine americano y en esta ocasión son los rusos los que nos cuentan su Vietnam particular, no deja de resultar muy interesante, al menos a mí, así me lo pareció este film que hoy resultaría imposible. ¿Por qué?, pues porque (paradojas de la vida), es una coproducción entre Rusia y Ucrania.




8 comentarios:

  1. Trecce eso es porque todavía no había entrado en acción Sylvester Stallone, sino estos duran media hora.

    Saludos.

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    1. jajajajajajajajajajajjajajajajajajajajaajjajaajaaja bien dicho amigo esas cosas gringas donde solo ellos ganan dan de que hablar

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  2. ¿Bondarchuk es el de Stalingrado? Ésta no la he visto. Me la perdí accidentalmente, no me suele ocurrir. Tengo que pillarla en formato casero.

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  3. Primero los rusos, después los americanos, todos salieron escaldados de Afganistán. Con razón allí no se habla de políticos que mandan. Se habla de los señores de la guerra y eso será por algo. La realidad de lo que allí paso, aunque es lamentable, sirvió para documentar y hacer una buena pelicula.

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    1. Y antes que ellos, los británicos salieron con el rabo entre las piernas.

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