martes, 25 de febrero de 2014

ANTE LA BANDERA

Publicada en el Magasin d’Education et de Récréation del 1 de enero al 15 de junio de 1896. En julio aparece en formato de libro, y en noviembre la edición ilustrada por Léon Benett. Escrita durante 1894, esta novela refleja que la visión del progreso y de la Ciencia ha sufrido un hondo cambio en Verne. A la exaltación y el lirismo con que había saludado a la Ciencia como fuente de progreso en su primera etapa literaria, le sucede ahora una sombría premonición de la Ciencia sin conciencia, como un factor de catástrofes.
Un relato en el que el presagio de la bomba atómica está subyacente en los efectos que el autor concede al Fulgurador Roch, un explosivo orgánico altamente inestable obtenido de la melinita y capaz de liberar una devastadora cantidad de energía. Asímismo, el misil que contiene la nueva arma creada por el desequilibrado sabio de la novela, está basado en el uso del cañón neumático “Zalinski”, un invento popular de la época que fue perfeccionado por la fantasía de Verne. Coincidiendo con esta óptica, se dice que el escritor predice la amenaza nuclear. A ver que os sugiere este párrafo: "este aparato estallaba, y su acción sobre las capas atmosféricas era tan enorme, que toda construcción, ya fuera una fortaleza o buque de guerra, debía quedar aniquilado dentro de una zona de diez mil metros cuadrados". En la obra hay presentes otras nuevas tecnologías, como el submarino Tug, utilizado por los piratas para asaltar, hundir y saquear los barcos que interceptan, aumentando el número de desapariciones inexplicables de navíos en la zona de las Bermudas. En el tiempo de Verne, el término “Triángulo de las Bermudas” aún no estaba popularizado, pero la ubicación geográfica de las operaciones del pirata Karraje parece bastante apropiada para describir este mito.
La publicación de la novela, provocó un juicio por difamación contra Verne, promovido por el químico francés Eugène Turpin (1848-1927), quien había inventado en 1884 un poderoso explosivo. En 1885, Turpin patenta su descubrimiento, pero dos años más tarde, en 1887, el gobierno francés adopta el invento bajo el nombre de melinita, al añadirle algodón-pólvora a la mezcla previa basada en las propiedades detonantes del ácido pícrico o trinitrofenol (TNP). Los problemas surgen para el notable químico cuando las autoridades lo acusan injustamente de traición a la patria, alegando que había vendido la fórmula de su explosivo a una potencia extranjera. Tras haber sido condenado y recluido en prisión durante veintitrés meses, Turpin es puesto en libertad en 1893. Más adelante, el gobierno le reivindicará, al condecorarlo con la Legión de Honor, como un acto de reparación civil ante los agravios a su reputación.
El químico francés interpuso una querella por difamación contra Verne aduciendo haber sido ridiculizado en la obra de Verne por medio del personaje de Thomas Roch, quien había inventado un explosivo, “la melinita”, e intentado vendérsela sin éxito al gobierno francés.
El defensor de Verne en el juicio fue, nada menos, que Raymond Poincaré, el futuro presidente de la República.
Karel Zeman la adaptó al cine en 1958 con el título de "Una invención diabólica", convirtiendo el film en uno de los mayores éxitos de la cinematografía checa. Su depurada técnica de animación al combinar magistralmente actores reales con marionetas y grabados de la época en que se desarrolla la acción, le dan a la película ese toque mágico que hizo tan popular a sus producciones.



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