El general romano Tito Andrónico (Anthony Hopkins), regresa victorioso a Roma tras su campaña contra los godos, en la que ha perdido a casi todos sus hijos, excepto cuatro (Lucio, Quinto, Marcio y Mucio).
Lucius (Angus Macfadyen), el mayor, le recuerda a su padre que una parte de la ceremonia en honor de sus hijos muertos en combate, es el sacrificio humano de un enemigo hecho prisionero.
Titus elige al primogénito de los hijos de Tamora (Jessica Lange), la reina de los godos, quien ha sido traída a Roma como cautiva junto a sus tres hijos y al moro Aaron (Harry Lennix). Aunque Tamora suplica por la vida de su hijo, Titus lleva a su conclusión el ritual, no por ánimo cruel sino por lo que concibe como devoción religiosa.
La reina jura que se vengará con la ayuda de sus dos hijos supervivientes, Chiron (Jonathan Rhys Meyers) y Demetrius (Matthew Rhys), su plan se verá favorecido cuando el nuevo emperador, Saturnino (Alan Cumming), decide tomarla como esposa. Se inicia entonces una espiral de venganzas mutuas que parecen no tener fin.
El guión adapta la obra de William Shakespeare, "Titus Andronicus", una tragedia escrita en 1593 y representada por vez primera en el teatro londinense de La Rosa en enero de 1594. Los personajes son ficticios y se ambienta en una época tardía del Imperio Romano.
En cuanto a la película, la ambientación es impactante, novedosa, rompedora y simbólica.
Con una puesta en escena que mezcla elementos contemporáneos, con trajes modernos de inspiración gótica, diseñados por la talentosa Milena Canonero ("El Resplandor", "La naranja mecánica", "Barri Lyndon"...), armas automáticas, coches y motocicletas, junto a estéticas de una Roma decadente, personajes con armaduras, lanzas y espadas. Con ello, la realizadora, Julie Taymor, trata de transmitir el mensaje de atemporalidad que las propias obras de Shakespeare tienen, pues aún localizadas en determinadas épocas históricas, sus personajes, historias y mensajes, se han convertido en arquetipos que sobreviven a determinada época y representan momentos y personajes eternos de la vida del hombre.
En este caso, por desgracia, no es de otra manera. La violencia, la venganza, la destrucción, el salvajismo que vemos representado en la obra, que puede escandalizar a muchos, más con algún que otro toque gore, aunque impregnado de cierta poesía por contradictorio que parezca, no han perdido actualidad para vergüenza del ser humano, como advierte la propia realizadora en el rótulo introductorio, "En una época donde el racismo, la limpieza étnica y el genocidio ya no impresionan por ser hechos comunes y aparentemente inevitables, nuestra industria del espectáculo prospera con explícitos detalles de asesinatos, violaciones y vilezas.."
Fotografía de Luciano Tovoli, oscura y de carácter teatral, que acerca la película aún más a la obra de Shakespeare, escenografía y producción de arte de Dante Ferretti; nombrar a los actores individualmente, es hacer poca justicia a un conjunto que te hipnotiza con sus interpretaciones, con una Jessica Lange perturbadora y voluptuosa y Hopkins que en algunos pasajes del film nos trae a la memoria a Anibal Lecter o Alan Cumming y su andrógina versión de Saturnino, trasunto de Hitler o Mussolini.
A pesar de lo que pudiera parecer, no es un film difícil de entender, aunque no todos los disfruten, pero tampoco otros disfrutan de las películas megataquilleras y sin contenido. Titus es una película para saborear con calma sus toques surrealistas, su banda sonora, las maravillosas interpretaciones a que hemos hecho referencia, y las múltiples escenas que nos hacen pensar y reflexionar. Arte puro, estrenado en USA en sólo dos salas (los films de super héroes y las comedias tontas para adolescentes se estrenan con una media de entre 8.000 y 9.000 salas), y más tarde exhibida sólo en otras treinta y cinco en todo el gran territorio de Norteamerica. Es evidente que quienes se embarcaron en el proyecto conocían el fracaso económico al que estaban abocados, pero su objetivo era otro, una decidida apuesta por el cine como séptimo arte.
No la he visto. Le daré una oportunidad
ResponderEliminarYo creo que es de esas pelis que hay que ver.
EliminarHe leído más de una vez la tragedia escrita o corregida al menos por Shakespeare. La película no la he visto. Como tu dices habrá que verla, porque, según indicas, merece la pena verla
ResponderEliminarPienso que es una buena adaptación de la tragedia de Shakespeare.
EliminarYo tampoco la he visto Trecce.
ResponderEliminarSaludos.
Ni tú, ni mucha más gente, su distribución en cines fue muy restringida y sólo cuando se editó en DVD estuvo al alcance de quien quisiera verla.
EliminarMe gustaron mucho las escenas que Titus se imagina, inspiradas yo creo en Dalí y el cine surrealista.
ResponderEliminarHay cosas del surrealismo, y otras que recuerdan a Pasolini y a otros realizadores similares.
EliminarDe momento leeré la obra de Shakespeare. Gracias.
ResponderEliminarEstupenda elección, sin duda el drama más violento de Shakespeare.
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