El londinense teatro de La Rosa, pasa por malos momentos, el recinto ha estado cerrado debido a la peste y su dueño tiene contraídas deudas que le están siendo reclamadas perentoriamente. Logra alargar el plazo de devolución comprometiéndose a estrenar en breve plazo una nueva comedia de William Shakespeare (Joseph Fiennes).
Sin embargo el famoso dramaturgo, no tiene escrita ninguna nueva obra, aunque lo está intentando, se muestra incapaz de redactar una sola línea, según él, se debe a la falta de una musa, algo que considera imprescindible para que acuda la inspiración.
Conoce a Viola De Lesseps (Gwyneth Paltrow) hija de un rico comerciante que, para ganar posición social, la va a casar con un noble arruinado a cambio de pagar sus deudas y de una cantidad de dinero para adquirir tierras en Virginia y dedicarse al cultivo del tabaco.
Shakespeare se enamora de lady Viola y ella le corresponde, viviendo una historia de amor tan apasionada como imposible. A la mente del genio literario, acuden las ideas y la pluma se desliza por el papel para crear la inmortal "Romeo y Julieta"
La historia se adereza con un enredo, pues lady Viola sueña con ser actriz, algo totalmente imposible, ya que la mujer tenía prohibido su acceso a las tablas y los personajes femeninos eran interpretados por hombres. Las penas contra tal prohibición podían ser graves, pues se consideraba un atentado contra la moralidad.
Aunque todavía a estas alturas se leen y oyen críticas alrededor de la cantidad de licencias que se toma el guión sobre la situación y los hechos que podríamos llamar históricos, hay que decir que el film no pretende ser una película histórica. Por más que tome como centro de la trama al inmortal personaje de Shakespeare y alrededor de él a otros personajes contemporáneos que existieron, y que las situaciones que plantea o el entorno en el que se desarrollan, son más o menos reales, el film es, por encima de otras cosas, una comedia. Y también, y no menos importante, un homenaje a la vida de la farándula.
Esta es la parte que más me interesa de la película, el tributo que rinde a quienes mantuvieron viva la llama de la creación e hicieron posible la representación pública del teatro, una actividad artística siempre en crisis y que gracias a gente que lo amó, se sacrificó e incluso se jugó la vida por él, fue sorteando las dificultades que en cada momento de la historia se encontró a su paso.
El homenaje está concebido de una manera inteligente y divertida, disimulando la tragedia que se escondía tras las bambalinas a base de humor, pero sin ocultarla, pues se nos van relatando las penurias y miserias que los cómicos vivían e su día a día. Se retrata muy bien esa envidia típica y tópica en la profesión, reconocida por ellos mismos que, sin embargo, en el film, se remata con un acto de suprema solidaridad cuando el rival de La Rosa, ofrece su local para el estreno, ante el cierre con el que la autoridad le ha sancionado
Lo de menos es la historia de amor, que puede resultar más o menos chocante, creíble e, incluso, repelente, no es sino otro de los medios de los que se vale el guión para arrancarnos una sonrisa en determinados momentos y para hacernos pensar, en otros.
Magníficos los detalles a los que recurre para hacer paralelismos con la actualidad, para hacernos ver que todo cambia, pero todo sigue igual: Esos barqueros del Támesis, con sus comentarios recurrentes, trasunto de los taxistas actuales; el diálogo entre el dueño del teatro y su acreedor, en el que éste le sugiere a aquel que a los actores se les pague con parte de los beneficios y cuando le responde que nunca hay beneficios, le dice: exactamente; algo que tratan de hacer en la actualidad algunos agentes y productores, cuando convencen a los intérpretes para que firmen contratos en los que se les pagará una parte a cargo de unos beneficios que, gracias a la llamada contabilidad creativa, nunca se producen.
Sin hacer de menos a los protagonistas, me quedo con la pléyade de secundarios de lujo que tienen una relevante actuación en el film y que, con su estupendo trabajo, contribuyen a hacer grande esta divertida comedia que, si algo nos asegura, es que nos hará pasar un rato entretenido, en el que vamos a recibir unas cuantas lecciones envueltas en humor ingenioso.
Es verdad que es una comedia entretenida y que se toma la historia a la ligera. La ambientación es estupenda, sólo chirría el protagonista, un actor éste, Joseph Fiennes, que no termina de convencerme.
ResponderEliminarSaludos.
El punto final a la carcajada, lo puso la Academia de Hollywood con alguno de los premios que le entregó.
EliminarLa ambientación espectacular, pero mira que me da que está envejeciendo mal.
ResponderEliminarYo creo que enfoca el asunto que trata de una manera original.
EliminarUna película con unos cuantos óscar, Globos de Oro y premios: y no la he visto, ( me lo apunto).
ResponderEliminarTuvo creo que un presupuesto de 24 ó 25 millones dólares.
Saludos.
Desde luego, premios tuvo muchos.
EliminarYo creo que es para pasar el rato y poco más.
ResponderEliminarSaludos Trecce
Es una comedia, no hay que ir más allá.
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