martes, 23 de abril de 2019

JOSÉ ANTONIO: REALIDAD Y MITO

El mallorquín Joan Maria Thomàs, profesor de la Universidad Rovira i Virgili, doctor en historia, investigador del ICREA y miembro de la Real Academia de la Historia, pretende acercarnos a la figura de uno de los personajes de la historia contemporánea española, que ha despertado desde siempre la curiosidad de los historiadores profesionales.
Divide su estudio en cinco grandes capítulos: El primero trata de la familia Primo de Rivera, con el dictador en primer plano. Un tiempo que fue germen de lo que será el futuro devenir del fundador de la Falange. En el segundo, vemos emerger la figura de José Antonio con esa dualidad que supone, por un lado, ser hijo del dictador y, por otro, buscar su propio camino, ya que era consciente de que la Dictadura había fracasado por una serie de razones y había que buscar nuevos senderos. En el tercero asistimos a la búsqueda de su ambición política en su camino hasta el poder total a que aspiraba. En el cuarto, explica el ideario fascista de José Antonio y en el último, tras el fusilamiento del protagonista de este trabajo, contemplamos el nacimiento y consolidación del mito creado por el franquismo de forma interesada; el culto más importante después del dedicado a Franco.
El autor quiere hacer un trabajo objetivo, sobre un personaje del que, en sus propias palabras: ni siento animadversión ni siento ninguna empatía. Básicamente se trata de desmontar el mito y reencontrarse con el personaje real, un hombre que no fue tan importante en su momento como se nos ha querido hacer creer y sólo hay que mirar los resultados que obtuvo en la elecciones a que se presentó y en las que solo consiguió su propia acta de diputado cuando se presentó bajo el paraguas de candidaturas conservadoras, con un resultado desastroso cuando Falange Española presentó sus propias candidaturas por separado.
Otra cosa distinta es la repercusión e importancia que tanto su persona, como el partido por él creado tuvieron durante el franquismo, pero ni era el verdadero José Antonio el que construyó el Régimen, ni el partido (FET y de las JONS), era el mismo que diseñó José Antonio, sino un invento del propio Régimen que acomodó a sus intereses.
Está claro que la verdad que nos cuenta el libro es la del propio autor, la que constata, por un lado, es decir, José Antonio fue un líder fascista, pero también la que deduce, porque lo que pudo ser y no fue, debido a su temprana muerte a manos de un pelotón de fusilamiento, son suposiciones, aunque estén fundamentadas.
Un intento, muy bien documentado, por otra parte, de deconstruír el mito, para encontrar a la persona tras la imagen que, durante una parte de su vida y después de su muerte, se creó sobre esa persona. Un trabajo interesante, quizá un tanto académico, lo que es posible que dificulte que lectores de tipo medio o menos interesados en el tema, puedan acercarse a la lectura del mismo como divertimento histórico.
Además, tampoco aporta nada que no se sepa ya, incluso desde hace muchos años, pues deducciones como las que hace el autor, podían hacerse perfectamente a la luz de las Obras Completas de José Antonio, o de algunos de los libros sobre su figura publicados en pleno franquismo a poco espíritu crítico que se tuviera, aunque hubieran pasado por el tamiz de la censura.
Innumerables y largas citas de obras del protagonista y de otros, algunos sin saber muy bien a qué vienen y reiteración de los mismos argumentos una y otra vez, hacen el libro un poco pesado y difícil de digerir para el gran público, incluso a los que estén interesados en el tema, se les puede hacer difícil de acabar por su falta de aportaciones novedosas.



2 comentarios:

  1. Es evidente que conocemos un Josée Antonio idealizado por el devenir de los acontecimientos políticos que sucedieron después en España. No cabe duda que le marcó ser hijo de quien fue hijo y, cómo no, la política de moda de aquella época. Pero como fue fusilado siendo tan joven, no sabremos nunca con exactitud entre lo que era y lo que dicen que era. Saludos

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    1. En efecto, lo que hubiera sido de haber seguido con vida, nadie lo sabe, elucubrar sobre ello, no deja de ser pura ficción.

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