Los servicios secretos británicos encargan a uno de sus agentes la misión de descubrir a un supuesto traidor que actualmente trabaja dentro de la organización. Esta misión debe ser llevada a cabo mientras se aproximan las elecciones en Inglaterra y existen intereses políticos internacionales: la Unión de Republicas Socialistas Soviéticas está a favor del Partido Laborista, más afín a sus propios intereses. Teniendo en cuenta esta situación, desde Moscú envían a uno de sus agentes a Gran Bretaña con el fin de activar una bomba nuclear y hacerla estallar en los momentos previos a la celebración de los comicios.
El KGB pone en marcha su Plan Aurora, una actuación destinada a romper el Cuarto Protocolo firmado por Gran Bretaña, la Unión Soviética y los Estados Unidos, que se habían comprometido a no utilizar medios no convencionales, para transportar equipamiento nuclear. Para poder ejecutar su misión, el agente soviético Valeri Petrofsky (Pierce Brosnan) actuará de incógnito en Inglaterra, en una localidad cercana a una base aérea estadounidense, para colocar una bomba atómica, el objetivo es hacer pasar el asunto por un accidente y culpar de ello a los americanos.
John Preston (Michael Caine), que trabaja en el servicio secreto británico, resulta molesto para su nuevo jefe, por lo que le destina a la sección de puertos y aeropuertos, un puesto que, en teoría, le aleja de la primera línea de acción, pero poco pueden sospechar quienes allí le envían que el accidente sufrido por un marinero ruso que trabaja como correo, pondrá a Preston en la pista del agente Petrofsky.
Basada en una novela de Frederick Forsyth, que figura también como coautor del guión, la acción se sitúa en Londres y sus alrededores, en los últimos años de la llamada Guerra Fría.
Protagonizada por un magnífico Michael Caine y un recién llegado Pierce Brosnan, tiene una estupenda escena inicial que sirve de fondo a los títulos de crédito. La partitura de la banda sonora va firmada por Lalo Schifrin y es bastante buena.
Aunque tiene alguna escena que crea cierta tensión, es precisamente en este punto donde flojea un poco, todo parece demasiado previsible y no logra transmitir el suspense al espectador, quizá sea por esto por lo que el film no está entre las grandes películas del género a pesar de su innegable calidad y de la magnífica historia, con espías muy preparados, sí, pero de carne y hueso, personas cercanas y creíbles, lejos de esos casi superhéroes que nos acercan otros films.
Tanto la novela de Forsyth, como esta adaptación al cine, nos presentan una visión bastante próxima a lo que de verdad eran los servicios secretos de la época (y en alguna medida lo siguen siendo), con tremendas luchas de poder entre sus élites, para quienes sus subordinados eran meros peones en su juego de ambiciones y que no tenían demasiados escrúpulos a la hora de jugar con sus vidas.
Estupenda película, sobre todo por la historia que cuenta y por las interpretaciones, que hará las delicias de los aficionados al género, pero también de esas que enganchan a cualquier espectador. Muy entretenida.
Para mi si que es de las mejores del género.... lo que pasa es que no es tan comercial como otras, por la falta de espectacularidad. En una linea similar me gusta mucho también chacal (incluso la versión de Bruce Willis)
ResponderEliminarUna estupenda película sin la parafernalia de la saga de 007, por ejemplo.
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