jueves, 23 de junio de 2016

LOS IMPRESCINDIBLES

En la Historia, como en la vida, hay personajes y hechos de primera y de otras varias categorías. Unos son por todos conocidos, otros no tanto y algunos, pasan como fantasmas de los que casi nadie se acuerda.
El periodista Raimundo Castro, pretende rendir un homenaje y rescatar para las generaciones actuales, la memoria de los guerrilleros antifranquistas conocidos como maquis por influencia de quienes se opusieron en Francia a la ocupación alemana. El desconocimiento no es sólo por parte de la generación más joven, sino de los nacidos durante el franquismo que se encargó de hacer pasar a aquellos “rebeldes” por bandidos, esa fue una de las razones de encargar a la Guardia Civil de su represión, retirando a las fuerzas del ejército regular, para no dar al enemigo una apariencia de soldados de la república y presentarlos a ojos de las potencias extranjeras como simples bandoleros.
A través de los recuerdos de Federico Espejo 'El Remedios', un antiguo guerrillero que a sus noventa años le cuenta a Alicia, una joven que está haciendo el MIR y a la que ha conocido en una concentración del Movimiento 15M, sus recuerdos sobre aquellos años y sobre todo, lo relacionado con Miguel de Génova y Meneses 'El Cambiao ', un peculiar guerrillero, hijo de un cacique extremeño, el Marqués de Valdencina, de arraigadas ideas igualitarias y, sobre todo, antifascista convencido.
La novela hace un recorrido extenso por la historia de la guerrilla antifranquista, centrándose en Madrid y en la zona oeste peninsular, desde las comarcas galaico-leonesas, hasta Extremadura. Se remonta a los orígenes de lo que sería propiamente el maquis, pues no todos saben que hay un antecedente de guerrillas en plena Guerra Civil, cuando desde el Ejército de la República, se crean grupos especiales encargados de asestar golpes a la retaguardia del Ejército Nacional, fueron 'Los Invisibles', grupos dispersos por Extremadura y Andalucía que tuvieron cierto protagonismo hasta que dejaron de actuar por orden superior y alguno de cuyos supervivientes, se integró en los grupos de resistencia armada interior, una vez derrotadas la tropas republicanas.
Mezclando con destreza realidad y ficción, la novela relata muchos episodios documentados y nos habla de sus protagonistas y sus consecuencias; de la tremenda represión que sufrieron estos grupos y su red de enlaces y colaboradores, en muchas ocasiones sencillas gentes de pueblo, o antiguos militantes de izquierda que actuaban por solidaridad o por convicción, jugándose la vida para dar cobertura a quienes integraban las partidas.
Conocemos a personajes reales, como los míticos guerrilleros de Extremadura 'El Teto' o 'El Francés', o los leoneses 'Ramos', 'El Parra' o Manuel Girón, entre otro muchos hombres y mujeres que vivieron momentos épicos y que, como digo, se jugaron la vida ante enemigos de la talla del teniente coronel de la Guardia Civil Manuel Gómez Cantos 'El carnicero de Extremadura ', el comandante del mismo cuerpo Miguel Arricivita o el famoso torturador Roberto Conesa, último jefe de la Brigada Político-Social.
Es encomiable el trabajo del autor que ha buceado por las diversas publicaciones que investigadores, historiadores o sencillos aficionados han escrito sobre el tema; hay diversos trabajos en forma de amplios tratados o de monografías sobre las guerrillas extremeñas y las que actuaron en la zona de la Cabrera, entre las provincias de León, Orense y Zamora, y Raimundo Castro extrae de ellos multitud de anécdotas y nombres propios que mezcla, como queda dicho, con la parte novelada. Quizá lo menos logrado del libro sea que, al abarcar tan extenso periodo de tiempo (desde los prolegómenos de los Guerra Civil, hasta mediados de los 50) y hacerlo de manera casi exhaustiva, hay momentos en los que peca de falta de concisión y dinamismo y algunos capítulos se pueden hacer algo pesados, para volver a remontar de vez en cuando.
En general, ya digo, interesante, por momentos entretenido y siempre aleccionador saber de esta gente que, como señala el autor, siguieron luchando por dignidad, a pesar de la traición y la amargura que hubieron de vivir en carne propia.

Esta reseña, fue publicada en su día en Hislibris






4 comentarios:

  1. Lo buscaré para echarle un vistazo, pero no creo que me emocione demasiado. He leido ya algo sobre el maquis en Aragón, y he oído muchas historias sobre ellos, en parte por familiares que los "soportaron" en el pre-pirineo oscense y muchas otras de un vecino de mis abuelos, teniente de la guardia civil retirado, que se ganó los galones empezando desde abajo "luchando" contra ellos. Y todos coinciden en una cosa, que hay más mito que realidad, siempre fueron pocos, mal equipados, muy mal organizados y con poco apoyo entre los civiles.... y el guardia siempre dice que una cosa eran las órdenes (como la famosa de hasta la aniquilación total) y otra la realidad, porque también andaban muy justos de medios y personal... Solamente habla que hubo guerra en el valle de aran en 1944, la famosa invasión donde según los historiadores lucharon 15.000 guerrilleros contra 50.000 soldados del ejercito (dice que podemos dividir entre 10 y el número se acercará más a la realidad) y que antes de eso casi nada, y después los grupos maquis fueron los que "huyeron" de esa invasión y se dispersaron por aragón, primero por Huesca y luego bajando hacia Zaragoza, Teruel y de ahí al levante. Mucha ilusión, pero poco dinero y como decía Bonaparte para ganar en la guerra solamente hacen falta tres cosas, dinero, dinero y más dinero.

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    1. Es una novela, no un libro de historia, aunque aparezcan en él personajes y hechos que ocurrieron en la realidad, con otros totalmente inventados.
      El maquis y quienes lo integraron tienen más de mito, por la épica de su lucha, que de otra cosa. Además de que el Partido Comunista, su principal valedor, cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, los dejó totalmente abandonados y siempre hubieron de vivir pendientes de las delaciones que acabaron con muchos de ellos en presidio o muertos.
      Lo del Valle de Arán fue un intento de invasión en toda regla, pero también un mayúsculo fracaso.

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