lunes, 7 de diciembre de 2015

ALGUIEN VOLÓ SOBRE EL NIDO DEL CUCO

Randall Patrick McMurphy (Jack Nicholson), cumple condena por varias agresiones y violación de menores en un campo de trabajo, en el que muestra una actitud rebelde y se muestra remiso a realizar tarea alguna, para lo cual ha aparentado una conducta irregular que los rectores del campo creen que es fingida, por ello deciden llevarlo a una institución psiquiátrica con el fin de que evalúen su estado mental y dictaminen si padece alguna alteración o simplemente se hace pasar por loco.
McMurphy piensa que su estancia en el sanatorio le va a librar de realizar trabajos y utiliza a los hombres del grupo en que lo han colocado para conseguir sus objetivos de diversión y de lograr lo que quiere sin sujetarse a las normas.
Sin embargo choca con la manera de pensar y actuar de la enfermera Mildred Ratched (Louise Fletcher), una mujer manipuladora y autoritaria que trata de anular la voluntad de los hombres a su cuidado a base de quebrantar su espíritu.
McMurphy comienza a enfrentarse con ella, tratando de molestarla y de ayudar a sus compañeros para que hablen con su propia voz y no se sometan a la tiranía de la enfermera.


Basada en la novela del mismo título de Ken Kesey, Kirk Douglas había adquirido los derechos para trasladarla al cine unos cuantos años antes del rodaje. De hecho hay una versión teatral que llegó a protagonizar el propio Kirk Douglas que también pensaba protagonizar el film. Sin embargo, ninguna productora quería hacerse cargo del proyecto. En vista de ello, cedió los derechos a su hijo, Michael Douglas, que es el productor del film, que se rodó con un presupuesto modesto dentro de lo que cabe.
La novela fue fruto de las propias experiencias del autor, ya que unos años antes de escribirla, se ofreció voluntario para unos experimentos con drogas psicodélicas que un hospital estaba ensayando con fines terapéuticos.


La película mezcla sabiamente dos atmósferas aparentemente contradictorias, por un lado resulta divertida y cómica por las situaciones de rebeldía que propicia Mcmurphy y, por otro, es amoral y cruel, ya que nos sumerge en la atmósfera desoladora y a veces inhumana de un manicomio y presenta sin tapujos la frialdad con que actúa la enfermera Ratched.
La narración contiene una crítica hacia los regímenes dictatoriales utilizando el psiquiátrico como escenario principal. La enfermera controla la vida de todos los pacientes hasta el punto que los internos están tan acostumbrados a las órdenes de la misma que no se plantean si eso es lo que quieren o no, si el sistema es injusto y podría cambiarse. Simplemente se encuentran aferrados a su situación y no tienen ni futuro, ni salida.
Poco a poco McMurphy logrará influenciar a la mayor parte de los pacientes y conseguirá que se enfrenten de forma puntual a la enfermera y la institución. Es decir, que aprendan a pensar y a decidir por ellos mismos.


El film es uno de los tres que ha conseguido a lo largo de la historia de los Oscars, lo que en Hollywood llaman el "Grand Sland": Mejor película, mejor director, mejor guión, mejor actor y mejor actriz.
Magníficamente dirigida por el checo Milos Forman y con una sugerente partitura de Jack Nitzsche. Encabezados por un Nicholson que da el gran salto en su carrera de gran actor y una sensacional Louise Fletcher que consigue hace odioso su personaje, todo el reparto realiza un espléndido trabajo, sirviendo de coro excepcional a los dos protagonistas, y cada uno de ellos tiene momentos de gran brillantez.
El desgarrador final, contiene un mensaje de esperanza, aunque McMurphy es doblegado por el sistema, su mensaje queda flotando en el ambiente y sus compañeros no le olvidan, para que finalmente el jefe indio (maravilloso Will Sampson), consiga superar sus miedos y enfrentarse a la realidad por sí mismo.




2 comentarios:

  1. Una de las pocas películas que se ponen a la altura del libro, por su calidad y mensaje.

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