jueves, 11 de octubre de 2012

CUESTIÓN DE CONFIANZA

Todos recordamos, o hemos oído hablar, de aquellos tiempos en que los pactos se sellaban con un apretón de manos, no hacía falta más, aquello iba a misa y no hacían falta ni siquiera testigos. Es evidente que, incluso en esas épocas, había incumplidores, pero a esos les esperaba aquello de "una y no más", perdían su crédito moral de por vida.
La clase política, pero no sólo ella, sino buena parte de los dirigentes, incluso de la empresa privada, han perdido el crédito que la sociedad les concedía. En medio de esta época desconcertante, sin que conozcamos dónde está el fallo, cuando empiezan a producirse graves problemas sociales, es justo que los ciudadanos pidan a quienes les dirigen compromiso, pero también resultados. Ellos no hacen sino repetirnos que para salir de esta, los mercados necesitan que les transmitamos confianza, pero ¿quién nos las transmite a nosotros?
Con un estado gravemente desorganizado, convertido en un nido de oportunistas y vividores, de pícaros del siglo XXI, de gente que está sacando tajada de la crisis mientras miles de familias empiezan a malvivir, muchas veces el ciudadano percibe que la clase dirigente sigue siendo una herida sangrante y que su actitud es provocadora. Algunos de ellos se sorprenden de que haya manifestaciones, ¡parece increíble!
Y es que la gente ya está harta de una crisis tan mal gestionada y con los poderosos sacando tajada de un pueblo acechado por graves problemas, con la sensación cada vez más patente de tener a la zorra guardando el gallinero.



8 comentarios:

  1. Trecce la gente ha dejado de confiar en los políticos y es lógico, porque además de ser muy malos gestores, son unos mentirosos compulsivos, y sobre todo estos que mandan ahora. El otro día leía en la prensa de Valencia que el Partido Popular caía en picado, y que en próximas convocatorias electorales los votantes se declinarán por partidos minoritarios, esperemos que así sea y que la gente de una puñetera vez se den cuenta de que PSOE y PP ya han dado todo lo que tenían que dar de sí, sobre todo el PP aquí en Valencia han manipulado a su antojo todo lo que les ha venido en gana. En cuanto a lo de manifestarse hasta a los propios políticos no les sorprende, aunque por supuesto digan todo lo contrario. Los únicos que se molestan y ven mal que la gente se movilice es la derecha más reacia que dicen que la izquierda lo que trata es de reventar el sistema "pobres diablos", estos se creen que todavía estamos en el 34.

    Saludos Trecce.

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    1. A ver si es cierto, Rafa, porque lo de Valencia tiene bemoles, después de que han estado haciendo las cosas como si fuera su finca particular y ¡volvieron a salir por mayoría absoluta!

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  2. Al menos en tiempos más remotos el acuerdo no se remataba con un apretón de manos, sino agarrando los testículos. Eso sí que debía dar firmeza al acuerdo.

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    1. A ver si va a resultar que seguimos en esos tiempos remotos y que nos están robando "eso". Porque a veces, parece que estamos en una sociedad capada.

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  3. Y después de todo lo que dices y tan bien expresas lo lamentable es que uno se pone a pensar y te queda poco menos que aguantar y vuelta a aguantar. Y como muy opotunamente sale el tema de Valencia y uno paga sus impuestos por allí.......... yo también digo: ¡Manda huevos!. O somos tontos o lo parecemos.
    Te pongo un Google+
    Un abrazo

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  4. Ya hemos salvado a la banca y, parece ser, que la seguiremos salvando desde nuestros maltrechos bolsillos, aunque los bancos no sueltan un céntimo ni "jartos de vino". Ahora la cuestión es la siguiente:
    ¿Cuándo nos salvará el gobierno a los ciudadanos, que hemos sufrido las vejaciones de la banca nacional y europea?
    Yo, personalmente, no ofrezco mi mano ni a políticos ni a banqueros porque sé que no cumplirán su palabra como lo hacen los rústicos tratantes de ganado: sólo puedo esperar traición y desprecio de una gente que vive de la explotación dando su mano con guante blanco.

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    1. Creo que ya se quienes van a seguir siendo los paganos de esto que llaman crisis y que más parece el ataque de las sanguijuelas.

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