miércoles, 14 de diciembre de 2011

EL DEMONIO DE LAS ARMAS

Bart Tare (John Dall), es un muchacho enamorado de las armas de fuego, cuya obsesión hace que cometa un delito rompiendo un escaparate de una tienda para robar un revólver y munición. Pillado in fraganti en su huida cuando se cae delante mismo de un guardia, el juez que se encarga de su caso le envía a un reformatorio donde permanece cuatro años. A su vuelta y después de haber estado también en el ejército, acude a una feria que hay en la ciudad con sus dos amigos de la infancia y allí se enamora de una pistolera, Anni Laurie Starr (Peggy Cummins), a la que conoce cuando ella reta a cualquiera que se crea capaz de ganarle en puntería. A partir de aquí empezará una crucial relación entre estos dos personajes ya que él la superará en el reto y será contratado  para formar parte del espectáculo. Al final ambos serán despedidos e iniciarán un viaje sin retorno lleno de atracos y persecuciones.

Película de la llamada serie B, en la que su realizador, Joseph H. Lewis, hace un brillante ejercicio que no desmerece de algunas producciones más dotadas económicamente y que convierte al film en una pequeña joya, con algunos detalles técnicos que merece la pena disfrutar, como son algunos de los maravillosos encuadres y una escena que ha alcanzado el aplauso y la admiración de los entendidos, el plano secuencia del robo a un banco ejecutado de forma aparentemente sencilla en el que el espectador se siente partícipe por situarse la cámara en el asiento de atrás del coche, mientras Laurie está al volante y nosotros nos imaginamos el atraco que sucede fuera de cámara.

El argumento, que recuerda en todo momento, incluso por la indumentaria de los protagonistas (sobre todo el de ella) a Bonnie & Clyde, pero que no desmerece en nada, y además aquí todo se cuenta de manera más directa y trepidante, dando menos cancha a la historia romántica, no en vano hay menos tiempo. A pesar de ello, la escena del final, con la pareja acorralada, envuelta en la niebla, es también una pequeña obra de arte.

La narración, no obstante, es bastante previsible, lo que no resulta un inconveniente para que la peli esté bien contada, bien dirigida e interpretada con solvencia, con un buen estudio de los caracteres de los personajes y una conseguida mezcla de clasicismo y modernidad.




8 comentarios:

  1. Pues todo lo que has señalado es lo destacable de esta otra maravilla del cine negro. Al estilo Detour o Bonnie and Clyde, estilizada para el género, y con un imaginativa cámara la cinta de Lewis brilla especialmente en el arranque, en la secuencia del robo y en el final romántico, como si se tratase del mismísimo Lang.
    Saludos!

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  2. Hola Trece: no he visto esta película pero te saludo.Esa cultura de las armas que en EEUU está tan arraigada y resulta muy peligrosa en muchas situaciones.Lo peor es que nadie está por la labor de erradicarla,pocos y sin poder, claro, porque hay gente que tiene auténticos arsenales en casa,enseñan a sus hijos.. y en el coche también lleva alguna muestra.Un negocio peligrosísimo.
    A mi me ofrecieron la posibilidad de tener una pistola y yo contesté que sí pero de agua.Entonces ¿merece la pena verla ,no?Saludos Trece.

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  3. Hola Trecce.
    Unos personajes obsesionados con las armas sin duda, ademas de los peligros continuos hacen que sea activamente todo un torbellino de situaciones.
    Bonnie & Clyde y Gun Crazy, guardan ese parecido a los bandidos de los años 30.
    Dentro de las versiones de Bonnie & Clyde me quedo con la clasica,creo que se estreno a principio de los 50 en EE.UU.
    Aunque Gun Cracy la consideran como romántica, creo que es más de destrucción y auto-destructivo que otra cosa.
    Saludos.

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  4. Me gustó (además de las que citas, Ethan), la escena del pollito, por su sencillez y previsibilidad, le encontré cierto toque de humor negro.

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  5. Es una pena, Claudia. El mensaje final de la peli, es algo así como que al que le gusta disparar al final la acaba liando, que diría un castizo. Y allí, eso de disparar, les gusta mucho, lo llevan en su cultura, peligrosa cultura en este aspecto.

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  6. A mi me parece una pequeña obra maestra, y eso que como bien señalas, su estructura,planteamiento y génesis es el de una película de serie B.

    Saludos.

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  7. En efecto, Natalia, hay que valorar lo que fueron capaces de hacer con un presupuesto que nada tiene que ver con el de las grandes producciones.

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